El ejercicio de 2008 ha sido un mal año, y posiblemente el final de un ciclo para los fabricantes de bandejas, termoformados y láminas plásticas. Entre 2008 y 2009, el sector se ha enfrentado a sus propios problemas en un escenario muy complicado. Los fabricantes se han encontrado con dos factores que ha reducido su cifra de negocio (la caída de los pedidos por el fuerte golpe que ha recibido el gran consumo y la bajada de los precios de los polímeros, que ha supuesto que a igual volumen de unidades vendidas se ingrese menos) y uno más que ha afectado a la cuenta de resultados (los primeros síntomas de madurez de los mercados de láminas, termoformados y bandejas).

Todo parece indicar que entre 2008 y 2009 se da por terminado un exitoso ciclo en el que los ingresos no dejaban de subir al tiempo que se lanzaban continuamente nuevos productos. Esta época, dominada por una cascada de inversiones, parece que entra en letargo a la espera de que se solucionen definitivamente los modelos de negocio que imperarán en el sector.

Sí parece evidente que este difícil periodo será imposible de salvar sin que alguna empresa abandone este campo o inluso eche el cierre. Pero más claro parece que, sobre todo, las principales ganadoras de este envite serán las grandes del sector, con más capacidad para resistir una crisis que dejará efectos duraderos en el consumo.