EL Instituto para la Producción Sostenible (IPS) ha entregado un Certificado de Sostenibilidad a la empresa Cartonajes del Penedés, fabricante de cartón ondulado integrada en el Grupo Lantero y ubicada en la localidad de Sant Pere de Riudebitlles (Barcelona). El Certificado IPS de Sostenibilidad garantiza que los procesos y productos cumplen con los requisitos de sostenibilidad asociadas a las fases del proceso productivo y a los materiales que componen los productos, y que estos procesos y productos además de haber sido diseñados para ser seguros y saludables durante su ciclo de vida, son responsables en la expansión empresarial, respetan el medio ambiente y cumplen con el desarrollo de las personas.
Este es el segundo Certificado IPS que se emite a una empresa fabricante de envases y embalajes de cartón ondulado, tras el concedido el pasado mes de mayo a Cartonajes Santorromán. Además, este organismo ha anunciado que muchas otras empresas del sector están en proceso de auditoría, y que a ellas se están sumando compañías de otros sectores con la misma sensibilidad, que reforzarán la voz de quienes apuestan por la sostenibilidad.
El IPS es una organización sin ánimo de lucro creada en 2011 con el objetivo de promover una cultura empresarial de contribución al desarrollo sostenible, desde un enfoque económico, social y medioambiental. El objetivo es garantizar que los procesos de producción son sostenibles y el producto es de origen renovable, reciclable y biodegradable. Para que este objetivo se consiga y sea reconocido por la sociedad, IPS trabaja para ofrecer referencias claras que, recogiendo la normativa y los estándares más exigentes de responsabilidad económica-social-medioambiental, garanticen que el proceso es sostenible, proviene de fuentes legales y el producto es de origen y se caracteriza por ser renovable, reciclable y biodegradable.
La acción del IPS se contempla como política empresarial para poner parte de la solución al problema relativo a los impactos derivados del uso de materiales no sostenibles, la degradación de los recursos y su relación con los consumidores. Implementar éstas exigencias es una garantía para poder llevar a cabo un comercio ético, sostenible y competitivo.