La industria del envase metálico pone sobre sí el foco para reforzar su papel en un mercado en el que los productos han de ser cada vez más sostenibles. El sector no pierde comba ante las tendencias estéticas y no se amedranta frente a amenazas como la polémica sobre el Bisfenol A.
Alimarket Envase: ¿Cuáles son las principales virtudes del metal en relación con el packaging, sus hechos diferenciales frente a otros materiales?
Rafael Sanz Touzón: Una de sus principales características es que ejercen de barrera frente al calor, la luz y los olores, lo que les permite preservar los contenidos de forma segura. A todo ello hay que sumar que son cada vez más ligeros, resistentes a los golpes y resultan fáciles de transportar y almacenar. De hecho, hasta 10.000 latas de 80 g caben en un metro cúbico.
Mientras otros materiales de envasado se degradan en cada ciclo del reciclaje, los envases metálicos se reciclan sin perder ni una sola de sus propiedades, por lo que la esperanza de vida de estos envases es ilimitada. El metal es además el material de envasado más reciclado de España y constituye un referente en cuanto a ahorro de energía y reducción de emisiones de CO2.
A. E.: ¿Qué dimensión puede tener actualmente el mercado del packaging metálico en España, tanto en volumen de material transformado como valor?
R. S. T.: La industria metalgráfica española emplea actualmente a más de 5.000 trabajadores y se sitúa entre las cuatro mayores potencias europeas. El sector reúne a empresas de todos los tamaños, desde grandes multinacionales hasta empresas familiares de capital español, cuya facturación anual ronda los 2.000 M€.
Estas empresas representan un consumo anual de materia prima superior a las 600.000 t de hojalata y chapa cromada y exportan un 21% de su producción, estando sus principales clientes en Europa, destino que aglutina el 90% de las exportaciones.
A. E.: ¿Qué perspectivas de futuro manejan? ¿Cuáles serán las claves los próximos años para la progresión del sector?
R. S. T.: El grado de aceptación por parte de fabricantes y consumidores es excelente. Desde que introdujimos novedosos y fáciles sistemas de apertura no hemos dejado de evolucionar y hemos conseguido, entre otros muchos avances, que los envases de acero y de aluminio poco profundos y con gran abertura puedan utizarse de manera segura en los microondas.
El sector del envase metálico es consciente de los retos que presentan las sociedades modernas, por lo que seguimos innovando para buscar soluciones cada vez más atractivas. Nuestros esfuerzos se centran ahora en mejorar los procesos productivos y en reducir los espesores de todos los formatos. En los últimos 20 años hemos conseguido que los envases de acero y aluminio sean un 33% y un 28% más ligeros y la idea es seguir con esa tendencia.
A. E.: En sectores como el conservero o el packaging industrial, el metal está viviendo un auténtico asalto desde otros materiales, sobre todo a nivel europeo, para ganar peso en productos tradicionales. ¿Cómo lo ven desde la Asociación?
R. S. T.: Los envases metálicos son considerados los contenedores alimentarios más seguros e inocuos por sus características. Garantizan también que los productos potencialmente peligrosos sean transportados y almacenados de forma segura. El envase metálico moderno continuará satisfaciendo las necesidades de consumidores a lo largo de la cadena de suministro hoy y en el futuro.
A. E.: En otros campos, como las latas de bebidas, el éxito es absoluto. ¿Ve posible trasladar al metal técnicas que ya se emplean en otros campos, como la impresión HD, texturas, tintas termosensibles, etc.?
R. S. T.: Nuestro packaging ofrece excelentes oportunidades en el campo del diseño. Una marca puede adaptar sus envases a las exigencias de sus clientes y del mercado y hacer diferentes tamaños y formas con impresiones sugerentes y atractivas.
Existen ya tintas que reflejan la temperatura del envase para indicar al consumidor los grados óptimos de consumo, una opción muy atractiva para el sector alimentario. Pero existen además tintas que sirven para certificar la autenticidad de una determinada marca y evitar así posibles falsificaciones en sectores como la belleza o la cosmética. En este campo estamos evolucionando diariamente.
A. E.: ¿Se ha despejado de forma definitiva la creación de un SDDR (Sistema de Depósito, Devolución y Retorno) en España? ¿Cuáles estiman que serían los efectos en su industria?
R. S. T.: En nuestro caso, no precisamos de un SDDR para tener las más altas tasas de reciclaje, puesto que este material tiene muchas vías de recuperación. En España ya estamos reciclando el 83,6%, cifra que supera los objetivos marcados por la UE y que nos sitúa entre los países con mejores resultados. Con estas credenciales, es lógico que rechacemos un sistema que, además de ser discriminatorio por aplicarse sólo a una parte de los envases, no mejoraría apreciablemente la tasa de reciclado y al consumidor le costaría, por envase, treinta veces más que ahora. Es importante recordar que no es sólo la opinión de la industria del envase metálico; los demás fabricantes de envases, los envasadores y los distribuidores también rechazan sin matices este sistema.
A. E.: El otro gran debate, el del Bisfenol-A, ¿lo consideran cerrado de forma definitiva?
R. S. T.: El BPA es un falso problema. A principios de año, la Autoridad Europea para la Seguridad de los Alimentos (EFSA en sus siglas en inglés) dio a conocer su opinión científica largamente esperada sobre este material). Desde nuestro punto de vista, este informe cierra el tema con una conclusión sin ningún tipo de duda: el Bisfenol A no supone ningún riesgo para la salud de los consumidores, sea cual sea su grupo de edad (incluyendo a los nonatos) a los niveles actuales de exposición.
