Los fabricantes españoles de latas de bebida estiman que la implantación de un sistema de depósito, devolución y retorno de envases (SDDR) implicaría un aumento de hasta un 35% en el precio por envase que paga el consumidor. La entrada en vigor de este sistema que la Conselleria de Medio Ambiente de la Comunitat Valenciana prevé poner en marcha en 2018 multiplicaría por 30 los costes de reciclaje de estos envases en comparación con el sistema actual de recogida selectiva, un incremento que, entienden los fabricantes, acabará siendo repercutido en los consumidores.

El presidente de la asociación de fabricantes de latas de bebidas (BCME), Santiago Millet, y el director general, Miguel Aballe, han expuesto recientemente en Valencia los argumentos para rechazar el SDDR que propone el gobierno regional, del que han intentando desmontar algunos "mitos", al tiempo que han asegurado que sus asesores legales ya estudian posibles recursos ante la determinación de la Conselleria de Medio Ambiente por sacar el sistema adelante.

Millet ha defendido que las latas de bebidas "son los envases más reciclados" en España, con una tasa cercana al 85% sobre los 7.000 M de latas que se consumen en España cada año. Se trata de la cuarta tasa más elevada en Europa de reciclaje de envases metálicos en general "por encima de la mayor parte de países que tienen SDDR". Por ello, sería el más perjudicado por la introducción del SDDR, en tanto que su coste de reciclado se multiplicaría por treinta al pasar de de 0,2 céntimos a 6 céntimos por unidad. Ese aumento, según alertaron los representantes de los fabricantes, se repercutirá en los consumidores con una subida de las bebidas en lata de entre el 10% y el 35%. Millet aseguró que la mayor parte de los argumentos utilizados por la Generalitat para introducir el SDDR (estima que se alcanzarían tasas de hasta un 85% en envases de bebidas) "no responden a la realidad".

Con el SDDR, estos envases pasarían a ser gestionados directamente por los comerciantes, a quienes se compensaría con dos céntimos por unidad. El consumidor, por su parte, pagará 10 céntimos más por cada envase que recuperará en el momento de la devolución del mismo. Según la Conselleria, el pequeño comercio manejará alrededor de 35 M€ cada año con la implantación de este sistema.