Abrir menú

Las ventajas de la codificación CIJ en la producción de conservas

Las ventajas de la codificación CIJ en la producción de conservas

Desde que la primera fábrica de conservas abierta en Inglaterra en 1813, el enlatado se ha mantenido como uno de los sistemas de envasado que soportan mejor la manipulación siendo uno de los métodos más consolidados para conservar una gran variedad de alimentos. Aunque se han popularizado nuevos materiales de envasado, el mercado mundial de comida enlatada sigue creciendo y se prevé que alcance 102.500 M ud. en 2019.

A pesar de ser un sector consolidado, las conservas siguen presentando peculiaridades en cuanto a los retos que debe afrontar tanto para fabricantes de latas como para las empresas que se encargan de su llenado, sobre todo en lo que respecta a aplicar con eficacia códigos de trazabilidad en entornos de producción exigentes. Estos retos se presentan una vez que las latas están llenas, como por ejemplo cuando se someten a diversos procesos de esterilización por vapor para garantizar que el contenido de las conservas se cocine y esterilice de modo que se pueda alcanzar una mayor vida útil del producto.

Debido al alto volumen de unidades enlatadas procesándose a diario en una sola fábrica, la necesidad de una solución de codificación eficaz y eficiente es una prioridad. Aunque hay una serie de tecnologías de codificación disponibles, la conservación de productos alimenticios depende en gran parte de las fortalezas que ofrece la codificación con inkjet continuo (CIJ). Gracias a su facilidad de uso y de instalación, así como a una versatilidad extrema, el CIJ es la tecnología de codificación elegida para codificar latas.

El siguiente informe técnico tiene por objeto identificar aquellas codificaciones que se suelen encontrar con más frecuencia en este sector, así como destacar la manera en la que la tecnología CIJ está equipada para abordarlas.

Código de conducta

Las fechas de consumo preferente y la trazabilidad se han convertido en elementos obligatorios de todo el sector alimentario, y la conservación de los productos alimenticios no es una excepción. De hecho, la mayoría de las latas se habrán codificado numerosas veces antes de llegar a las despensas de los consumidores. Los fabricantes de latas a menudo aplican códigos discretos, normalmente una o dos líneas con varios códigos alfanuméricos impresos en el lateral del cuerpo de la lata donde posteriormente se aplica la etiqueta en la que se facilitan los elementos sobre la trazabilidad.

En este podrían incluirse el proveedor del acero, el código de la bobina/lámina, la planta de producción, las líneas de producción y el sellado, además de otros detalles que requiera el cliente. Este código constituye solo una parte del esquema de trazabilidad más amplio que incorporaría información de la empresa de llenado en el extremo de la lata para proporcionar comodidad a toda la cadena de suministro.

En algunos casos tiene lugar una codificación adicional. Si la conserva ha de enviarse alrededor del mundo con información de disponibilidad geográfica o según la estación del año antes de etiquetarse, o si se produce y luego se almacena (stock), el producto se codificará y, seguidamente, se paletizará dejándolo listo para su almacenamiento o envío. Una vez que se demanden estas latas o que lleguen al país en el que se venderá el producto, se etiquetarán y se codificarán.

Tintas probadas y fiables

Debido a los procesos de esterilización al vapor que tienen lugar en la fabricación de conservas, es fundamental que la tinta seleccionada para la codificación se haya diseñado específicamente para este tipo de aplicación. Es común que en estos entornos exigentes, caracterizados por el calor, la humedad y el rápido enfriamiento del agua en el proceso de esterilización por vapor, muchas tintas no sean capaces de soportar el proceso, por tanto el resultado es que todo producto que no tenga codificación no pueda salir a la venta.

Los códigos han de destacar proporcionando un buen contraste con el sustrato, motivo por el cual la tinta negra suele ser la elección más utilizada. Las tintas probadas y fiables son fundamentales para garantizar que el código aplicado durante la producción esté visible durante toda la vida útil del producto, de modo que el consumidor tenga garantías de la frescura y la autenticidad del producto y que el fabricante pueda además cumplir la normativa y los requisitos del plan de seguridad alimentaria.

La tinta CIJ también ofrece tranquilidad al fabricante. Lastintas que cambian de color ofrecen un indicador claro de que la lata se ha sometido correctamente al proceso de esterilización por vapor. En la mayoría de los casos, las tintas negras especialmente diseñadas para este proceso cambian a color azul o rojo durante la esterilización por vapor, lo que confiere al fabricante un claro indicador visual.

Los fabricantes de latas pueden solicitar que sus códigos de producción y de garantía de calidad queden ocultos ante los ojos del consumidor. En ese caso, una opción podría ser una tinta que solo sea visible a la luz ultravioleta (UV). Esto permitirá al fabricante de la lata y a la empresa de llenado de éstas codificar y verificar la información del producto, a pesar de que estos datos no estarán visibles ante los ojos del consumidor.

La necesidad de ser rápidos

Para satisfacer la demanda de los clientes, las empresas se ven obligadas a producir un gran volumen de latas a diario. Cuando la capacidad de producción está limitada, las velocidades de fabricación han de mantenerse altas para cubrir la demanda y maximizar la rentabilidad. Con un promedio de velocidad de producción de 600 latas por minuto, o superiores en algunos casos, la aplicación de toda la información necesaria puede constituir un reto para algunos equipos CIJ.

La creciente necesidad de identificar los productos con mayor cantidad de información está generando una tendencia hacia la impresión de varias líneas de código.

Para imprimir estos códigos de varias líneas, una opción es reducir las velocidades de producción en el momento de la codificación o emplear tecnología especialmente diseñada para este tipo de aplicaciones. Una impresora CIJ con un sistema de dos chorros tendrá la misma capacidad de impresión que dos impresoras, pero sin costes de capital, de mantenimiento periódicos o el tiempo de inactividad asociado adicionales. Normalmente, un sistema de dos chorros podrá imprimir un código de dos líneas el doble de rápido que un sistema de un solo chorro, lo que permite a los fabricantes cumplir con sus volúmenes de producción a la vez que maximizan los ingresos y los beneficios.

Para garantizar que los códigos permanezcan legibles, se han de optimizar tanto la impresora como la tinta. Si la generación de la gota de la tinta es imperfecta, los códigos serán poco claros o incluso, en casos extremos, ilegibles. Las impresoras CIJ más avanzadas del mercado cuentan con cabezales de impresión y unos exclusivos generadores de gota con frecuencia adaptada capaces de controlar la generación de cada gota de tinta para crear la gota perfecta en todo momento. Esto permite ofrecer mejoras en la precisión, colocación y uso de tinta de la gota, a fin de obtener una calidad de codificado fiable, de alta velocidad y consistente en todo momento. Al optimizar la legibilidad y la capacidad de impresión, se pueden imprimir mensajes con una mayor resolución y generar varias líneas de datos a una mayor velocidad, sin comprometer la totalidad de la eficiencia del equipo (OEE).

Dominando el medio ambiente

En función del alimento que se está enlatando, el entorno podría estar caliente, mojado o húmedo, lo que supone otro reto en el proceso de producción. Estas condiciones pueden tener una repercusión significativa en la duración y el rendimiento del equipo, así como en la facilidad con la que tienen lugar los lavados diarios.

Una impresora diseñada para el entorno de producción de enlatados debe tener un diseño de gran resistencia. Las impresoras con un índice de protección superior son esenciales para garantizar que los componentes electrónicos permanecen secos y que la impresora sigue generando la codificación necesaria. Una estructura de acero inoxidable ayudará a prolongar la duración de las impresoras, mientras que, en los entornos más exigentes, se utiliza acero inoxidable de grado marítimo con el fin de conseguir una máxima resistencia a la corrosión.

Obviamente, la fiabilidad de la impresora está estrechamente ligada a la del cabezal de impresión, y las impresoras con cabezales de impresión cuyas cubiertas poseen calificación IP permiten un lavado seguro con el conocimiento previo de que la tecnología CIJ se ha diseñado para soportar el proceso, una y otra vez.

Erradicar los errores de codificación

Los errores de codificación son una de las causas principales del tiempo de inactividad en las líneas de producción y de las retiradas de productos, además su rectificación es muy costosa. Y la industria de conservas de alimentos no es una excepción. Uno de los errores frecuentes que se han detectado en este sector es el del etiquetado incorrecto de las latas, lo cual se traduce en que el contenido no satisface las expectativas del cliente. Este tipo de error es más frecuente en fábricas que procesan diversos productos enlatados, como guisantes, sopas o fruta en conserva. Desafortunadamente no siempre se detectan de inmediato, ya que es bastante común que este tipo de productos posean una vida útil de dos años. Esto añade dificultad al seguimiento de un artículo enlatado de forma incorrecta.

Estas inexactitudes a menudo se atribuyen a errores humanos, por tanto, la primera medida que ha de tomarse es limitar el contenido que pueden introducir los operadores directamente en las impresoras mediante la configuración de la interfaz de usuario para que los trabajadores de las cadenas de producción solo puedan ejecutar acciones básicas. Esto garantizará que la elección de los mensajes es correcta y que se aplicará a los trabajos adecuados.

Al alejar el diseño y la gestión de plantillas de etiquetas de la planta de producción, se evitan la mayoría de los errores. Se garantiza que solamente el personal autorizado diseñe y gestione los mensajes de codificación, a través del software instalado en los ordenadores de la oficina dejándolos listos para su uso y que luego se enviarán a las impresoras. Pero la protección más segura frente a los errores de codificación es la integración de las impresoras en sistemas de gestión como el MES y ERP, de modo que puedan recibir mensajes de codificación, datos e instrucciones automáticamente sin necesidad de la intervención humana.

¿Cómo puede ayudar la tecnología CIJ?

Existen diversos motivos por los que el inkjet continuo es capaz de sortear los retos que presenta el sector del enlatado. Algunos a destacar son la alta velocidad de producción y la maximización del tiempo de productividad, además de producir los códigos de alta calidad que exige el sector alimentario.

Las tintas

La capacidad de un sistema CIJ para proporcionar códigos de alta calidad está basada principalmente en las tintas -no solo en el hardware-, y estas son un componente fundamental del proceso de codificación de latas. Es esencial un amplio espectro de tintas para asegurar la mejor cobertura, fiabilidad y rendimiento del mercado.

Los mejores sistemas proporcionan una oferta versátil de tintas especiales y personalizadas que optimizan el rendimiento incluso en los entornos más complejos y exigentes. Para la industria de las conservas, es necesario disponer de tintas UV resistentes a la esterilización por vapor, tintas que cambien de color y tintas negras con gran contraste. También demuestran ser un recurso fundamental las tintas que se adhieren de manera fiable a las superficies complejas, incluso después de someterse a procesos de postimpresión difíciles como la esterilización por vapor.

Dado que los sistemas CIJ se utilizan en una gran cantidad de campos , se necesita una variedad de tintas específicas para determinados sectores, por ejemplo las tintas que cumplen los requisitos de EuPIA GMP y la lista suiza para los sectores de las bebidas, la alimentación y los productos farmacéuticos, o las tintas de alta resistencia para el sector industrial.

La impresora

La mayoría de tecnologías CIJ se conciben pensando en la capacidad de adaptarse. Una impresora con un diseño de gran resistencia, como un armazón de acero, proporciona un rendimiento óptimo incluso en los entornos de producción más complejos como los que a menudo se encuentran en el ámbito de la conservación de productos alimenticios. Si el cabezal de impresión se cubre además con una carcasa resistente, se añade más valor al proporcionar la máxima protección durante los procedimientos frecuentes de limpieza y lavado. Los dispositivos que cuentan con un sistema de refrigeración por aire mediante cámara de distribución garantizan un rendimiento constante manteniendo una funcionalidad óptima independientemente de la complejidad del entorno, ya sea caliente, frío, mojado o seco.

El cabezal de impresión del sistema CIJ resulta ser fundamental para afrontar las altas velocidades de las líneas de enlatado. Los cabezales de impresión que cuentan con sistemas de control de goteo de máxima calidad proporcionan los mejores códigos, capaces de producir caracteres claros y de fácil lectura. Como resultado, el cabezal de impresión CIJ es capaz de adaptarse o incluso superar la velocidad de las líneas de producción más rápidas y, gracias a su gran precisión, las empresas son capaces de imprimir códigos en más de mil latas por minuto, sin poner en peligro la precisión o la legibilidad durante el proceso.



Compartir por e-mail

Recibe nuestras Newsletters

¿Ya estás registrado? Gestionar sin cuenta Alimarket

Marca los sectores que te interesan y recibirás una newsletter diaria con los titulares de las principales noticias

<

Gestiona tus preferencias a nuestras Newsletters

Recibirás un mail de acceso para gestionar tus preferencias de newsletters