Grupo Vidrala ha cerrado el primer trimestre de 2019 con unas ventas de 240,3 M€, que representan un crecimiento del 10,1% (9,6% a divisa constante) frente a las obtenidas en el mismo periodo del año anterior, que se situaron en 218,2 M€. El resultado operativo bruto (ebitda) acumulado a 31 de marzo pasado es de 57,2 M€, lo que supone un incremento del 11,4% en términos reportados y orgánico, a divisa constante, del 10,9%. De esta forma, el ebitda obtenido representa un margen sobre ventas del 23,8%, tres décimas porcentuales más que hace un año. Por su parte, el resultado neto atribuible en el trimestre asciende a 27,9 M€, lo que equivale a un beneficio por acción de 1,07 €, con un incremento del 28,7% frente al año anterior. A nivel de balance, la deuda a 31 de marzo de 2019 se sitúa en 425,5 M€ y representa un ratio de apalancamiento equivalente a 1,7 veces el ebitda acumulado en los últimos 12 meses.

Señala Vidrala que el consumo de productos envasados en vidrio evoluciona al ritmo del progreso demográfico, el desarrollo de estilos de vida modernos y la preferencia de los consumidores hacia el vidrio frente a materiales alternativos. En el marco de esta tendencia de largo plazo, la demanda en sus zonas de actividad muestra una coyuntura de estabilidad. Bajo estas circunstancias, las prioridades de gestión de la compañía se encuentran orientadas a invertir en sus instalaciones industriales, garantizar el servicio al cliente y gestionar el entorno inflacionista de costes con el objetivo de reforzar los márgenes del negocio. En todo caso, las directrices de largo plazo se mantendrán intactas, firmemente enfocadas hacia el cliente, la competitividad y la estructura de capital como garantías para el futuro del negocio. Como resultado, Vidrala espera mantener durante el año 2019 un ritmo creciente de generación de caja y una consiguiente progresiva reducción del endeudamiento.