Según Statista, los ingresos generados por las comidas precocinadas en Europa ascendieron a 83,849 M$ en 2020, con una cifra per cápita de 98,88 $ (hasta un 27,4 % interanual). Los estilos de vida ajetreados están aumentando la demanda de comodidad y, a medida que la disponibilidad de tiempo se reduce, la disposición y las oportunidades de los consumidores para cocinar desde cero disminuyen. Como alternativa, esperan encontrar opciones de platos preparados de alta calidad. El resultado es un mercado que ya ha registrado un aumento de la demanda de productos de calidad que conjuguen ingredientes óptimos, el mejor sabor y la máxima comodidad y sostenibilidad, todo ello en un solo envase.

Los envases de metal han continuado ofreciendo este equilibrio, como llevan haciendo desde que el francés Nicolas Appert presentó los primeros productos enlatados en 1809. Hoy en día, el proceso atemporal de esterilización y sellado continúa usándose con éxito en todo el mundo. Prueba de ello es el evento mediático más reciente de Crown celebrado en Francia, país de origen de Appert. El objetivo fue resaltar las claras ventajas que este versátil formato de envase ofrece al actual mercado local de comidas preparadas.

En el evento, Crown presentó un nuevo concepto de comida preparada en lata, creado con la colaboración de su fiel cliente William Saurin (renombrado productor francés de comidas preparadas de primera calidad desde hace más de 100 años) y Olivier Bellin, chef con dos estrellas Michelin propietario de L'Auberge des Glazicks. El objetivo es ofrecer una experiencia gourmet a los consumidores que buscan sabor y deleite en sus comidas, usando los mejores ingredientes y envases de metal para dotar el producto de un aspecto realmente exclusivo. El día del evento, Bellin hizo una demostración del proceso de elaboración de las recetas y los invitados, periodistas franceses de prestigio, tuvieron la oportunidad de llevarse a casa una versión enlatada de la comida que habían degustado.

Cabe destacar que la investigación y el desarrollo ya habían tenido lugar en los laboratorios de William Saurin, con las valiosas aportaciones del chef y Crown en lo que al envasado se refiere, para demostrar que este producto de calidad superior se podía producir en masa combinando los mejores ingredientes, recetas, procesos y envases. La lata de metal incorpora una tapa pelable que retiene la frescura, así como una tapa tipo palanca que permite a los consumidores controlar los tamaños de sus propias raciones y volver a cerrar la lata para el consumo futuro.

Salud y nutrición: principales motores del mercado

Además de la comodidad, un marcado aumento de la concienciación sobre la salud y el bienestar está penetrando directamente en el mercado de comidas preparadas, y los fabricantes están ansiosos por responder a esta tendencia. Aunque las comidas preparadas pueden asociarse a un alto contenido en grasas, azúcares y sal, hoy en día la variedad de opciones saludables y equilibradas continúa ampliándose gracias a los envases de metal. El proceso de enlatado elimina la necesidad de usar conservantes artificiales para conservar el contenido fresco, lo que permite ofrecer productos más naturales y limpios a los consumidores que se preocupan por su salud.

Las dos recetas creadas por el chef Bellin —un pot au feu de pato y un plato a base de zanahoria glaseada— obtuvieron el reconocimiento de la dietista y nutricionista Ysabelle Levasseur, que también asistió al acto gastronómico. Levasseur comentó el equilibrio nutricional de las exquisitas comidas, cada una de las cuales tiene menos de 530 calorías. También señaló que degustar comidas enlatadas regularmente puede formar parte de una dieta sana y equilibrada cuando los consumidores se benefician de envases de metal que permiten que los productos sean más naturales.

El envase de metal ofrece infinitas posibilidades al mercado de la alimentación

La enorme variedad de comidas preparadas disponible actualmente ofrecerá a la mayoría de los consumidores tantas opciones que les resultará difícil elegir. Además, como hemos comprobado con platos como el pot au feu de pato, es posible enlatar comidas completas y conservar su calidad. El cassoulet es un excelente ejemplo de un plato clásico francés que lleva años enlatándose, si bien opciones como el chile con carne, los curris y una amplia variedad de guisos y estofados regionales son también alternativas populares.

También se están mejorando las sopas, un producto esencial que se asocia con el envase de metal. Este plato, a menudo considerado de temporada, se está convirtiendo en una opción apta para cualquier época del año que satisface diferentes requisitos culturales y dietéticos. Las sopas de verduras son increíblemente populares, aunque muchos fabricantes también están buscando inspiración en la cocina internacional. Las variedades asiática, india, occidental y de Oriente Medio comparten estantería en los supermercados y, cada año, países como España, los Países Bajos y Alemania han registrado aumentos en su valor de venta.

Los alimentos precocinados enlatados ofrecen la máxima flexibilidad y versatilidad para comidas rápidas y nutritivas, y además satisfacen todos los requisitos dietéticos. El aumento de popularidad de las opciones vegetarianas, flexitarianas y a base de plantas ha llevado a las marcas a ampliar sus gamas más que nunca. Se prevé que el mercado de alternativas veganas a la carne alcance los 7500 millones de dólares estadounidenses en todo el mundo en 2025. El envase de metal no solo permite que estos productos estén disponibles en cualquier temporada, sino que además ayuda a reducir los desechos alimenticios preservando la comida enlatada con su máxima frescura.

Por último, también hay una amplia selección de aperitivos y tentempiés enlatados que se pueden abrir y servir de inmediato. Por ejemplo, las anchoas en aceite y vinagre acompañadas de pan o una tabla de embutidos acompañados de frutos secos, aceitunas y otra comida para picar pueden ser un producto visualmente atractivo, sabroso y nutritivo.

Sostenibilidad: un factor cada vez más importante

Los consumidores bien informados no se conforman con limitarse a comprar productos exclusivamente por sus ingredientes y valor nutritivo, también se preocupan por elegir envases éticos y responsables. En este sentido, el metal ha satisfecho estas necesidades desde el principio. El formato no es solo 100 % infinitamente reciclable sin perder propiedades, sino que además está hecho de uno de los materiales más reciclados a nivel mundial. De hecho, aproximadamente el 80 % del metal jamás producido continúa usándose hoy en día, lo que lo convierte en un excelente ejemplo de cómo funciona la economía circular.

Un perfecto ejemplo de este compromiso de usar constantemente este valioso recurso se puede ver en la campaña "Metal Recycles Forever" (el metal se recicla para siempre), lanzada en 2014 por miembros de Metal Packaging Europe. Su objetivo es informar a los consumidores y permitirles entender mejor el papel que deben desempeñar para mantener el metal dentro del ciclo de los materiales, una iniciativa que Crown y sus clientes han apoyado desde el primer día. Productos como Branston Baked Beans, de la marca Princes, muestran con orgullo el logotipo, el cual se aplica a todos los tipos de envases de metal.

Como empresa, Crown también se compromete a acelerar sus propias medidas de sostenibilidad. En 2016, Crown estableció sus primeros objetivos de sostenibilidad para toda la empresa. Desde enero de 2020 ha alcanzado su objetivo de disminución de gases de efecto invernadero (GEI) y reducido sus emisiones absolutas, aunque su producción haya aumentado significativamente.

La sostenibilidad no es solo proteger el medio ambiente, es mucho más. Por ello, el lanzamiento del denominado programa Twentyby30 constituirá otro emocionante avance en su trayectoria. Se han adoptado veinte objetivos medibles con la finalidad de alcanzarlos todos antes del año 2030 y, para cumplir esta meta, se han creado cinco pilares de actuación.