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La apuesta por la bicircularidad descarbonizada

Aspapel presenta la actualización trienal de la Memoria de Sostenibilidad del Papel

La apuesta por la bicircularidad descarbonizada

En su sexta edición trienal, la Memoria de Sostenibilidad del Papel, publicada por la Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón (Aspapel), se estructura en torno a los cuatro ejes de actuación estratégicos del sector: gestión forestal sostenible, proceso productivo eficiente y responsable, generación de riqueza y contribución a la calidad de vida y liderazgo en recuperación y reciclaje. En esta nueva edición se ha ampliado el foco, con la colaboración de organizaciones y empresas de los distintos eslabones de la cadena de valor, para recoger las principales tendencias de sostenibilidad en sus respectivos ámbitos.

En palabras de la presidenta de la asociación, Elisabet Alier, la Memoria “refleja el compromiso del sector papelero con la economía circular y la descarbonización, un camino jalonado de logros y oportunidades como el uso de materia prima local, renovable y neutra en carbono; las muy altas tasas de reciclaje, o el haber logrado desacoplar las emisiones de carbono del crecimiento de la producción, así como el creciente proceso de sustitución de materiales que protagoniza el papel como alternativa a productos no renovables y no biodegradables”.

La bicircularidad del papel

La bicircularidad papelera aúna la circularidad natural que se deriva del carácter renovable de la materia prima, la madera para papel cultivada en plantaciones locales, con la circularidad social del reciclaje masivo de los productos papeleros. Para la producción de celulosa para papel se utilizan en España 5,3 M m3 de madera. El 97% de esta madera procede de plantaciones locales de pinos y eucaliptos y el 3% restante de plantaciones de otros países de la Unión Europea.

El 61% de la madera consumida por el sector dispone de certificación de gestión forestal sostenible (FSC y/o PEFC). La totalidad del abastecimiento de madera del sector está controlado, al proceder únicamente de la Unión Europea. Están certificados el 100% de las fábricas de celulosa y de los proveedores de celulosa, el 92% de los proveedores de madera del sector y el 62% de las fábricas de papel. Y por lo que se refiere a los productos, el 60% de la celulosa consumida por el sector y el 62% del papel puesto en el mercado están certificados.

Las 480.122 ha de plantaciones de madera que se utilizan para papel en España son grandes sumideros de CO2 que, con 47 Mt de CO2 equivalente fijadas, contribuyen a mitigar el cambio climático. Ante el creciente despoblamiento y envejecimiento del mundo rural, las plantaciones locales de madera para papel son un motor de creación de empleo y riqueza. Esas plantaciones proporcionan 5.083 empleos directos en tareas de repoblación y selvicultura y 15.935 empleos indirectos en maquinaria, transporte, talleres… En cuanto a la creación de riqueza, destaca Aspapel la importante contribución de estas plantaciones a las rentas de los pequeños propietarios forestales y de los municipios y a las arcas públicas por los impuestos asociados.

La tasa de reciclaje de papel alcanza el 78%

Las papeleras españolas reciclan anualmente 5,1 Mt de papel usado. La tasa de reciclaje (papel que recicla como materia prima en las fábricas papeleras sobre el consumo total de papel y cartón) se sitúa en el 78%. La Memoria hace hincapié en que el modelo español de recogida selectiva municipal monomaterial, basado en el contenedor azul y reforzado con recogidas complementarias sistematizadas en pequeño comercio, colegios, oficinas, etc. es un modelo de éxito y un referente en Europa, gracias a la concurrencia de tres factores: un sistema de recogida altamente eficiente, con la implicación de los ayuntamientos y la colaboración masiva de la ciudadanía, un importante sector de la recuperación, y una industria papelera con una gran capacidad recicladora (la segunda mayor de Europa tras Alemania) que garantiza el reciclaje de todo el papel recogido en España conforme a los estándares europeos de calidad.

El 71% del papel usado que reciclan las fábricas papeleras ubicadas en España se recoge en nuestro país y el resto procede de Francia y Portugal, fundamentalmente. En España, se recogen para su reciclaje 4,4 Mt de papel y cartón.

El empleo directo en el sector en 2020 se mantiene con respecto al año anterior en 16.637 trabajadores. Desde 2017, el empleo se ha incrementado en un 2,2%. Se trata de empleo cualificado y estable con un 90% de contratos indefinidos.

Descarbonización

La biomasa que se genera en la fabricación de la celulosa y el papel (cortezas, lignina, restos de fibras no aptos ya para el reciclaje…) se utiliza de manera creciente como combustible en las propias plantas. El sector papelero es hoy el mayor productor y consumidor industrial de biomasa en nuestro país. Actualmente la biomasa supone el 34% del total de combustibles empleados. El gas natural (64% del total) es el combustible fundamental en las cogeneraciones del sector en estos momentos y también se utiliza en calderas auxiliares para generación de calor.

La industria de la celulosa y el papel es electrointensiva y calorintensiva: necesita electricidad para mover la maquinaria y calor para secar la celulosa y el papel. El sector produce la mayor parte de la energía térmica y eléctrica que necesita en plantas de cogeneración situadas al lado de sus fábricas, con una potencia instalada de 876 MW. La cogeneración produce a la vez electricidad y calor útil en forma de vapor, optimizando el uso de combustible, de manera que ahorra energía primaria (un ahorro superior al 10%) y reduce las emisiones.

Cogeneración con hidrógeno

A lo largo de esta década, la cogeneración con hidrógeno podría ser una realidad. Se está avanzando en el desarrollo de motores y turbinas aptos para el consumo de hidrógeno, de modo que el futuro de la ecogeneración estará principalmente condicionado al desarrollo de la generación de hidrógeno verde y la adaptación de las redes de transporte y distribución de gas natural ahora existentes.

En el plan de inversiones estratégicas para los próximos tres años de la industria papelera española, presentado recientemente como propuesta de Proyecto Tractor de Competitividad y Sostenibilidad Industrial, dentro del marco del Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia, incluye proyectos encaminados a la sustitución del gas y los combustibles fósiles por combustibles renovables e hidrógeno verde en las cogeneraciones (ecogeneración), la incorporación de biogás e hidrógeno verde como combustibles con impacto neto nulo para cubrir la demanda de energía térmica en la producción de celulosa y papel y la integración de instalaciones de generación de electricidad a partir de fuentes renovables (fotovoltaica, biomasa, residuos renovables, etc.).

Las medidas de eficiencia energética, el uso de biomasa como combustible (neutra en emisiones de carbono, de acuerdo al criterio establecido en la Directiva de comercio GEI) y la cogeneración son actualmente los tres pilares de la estrategia del sector en España en cuanto a reducción de emisiones. Con respecto a 2011, las emisiones totales de CO2 se han reducido un 25%, las de SOx en un 86% y las de NOx en un 52%.

Las fábricas españolas del sector forman parte del ETS (sistema de comercio de emisiones) de la Unión Europea. Por lo tanto sus emisiones han de cubrirse con créditos de carbono recibidos por asignación gratuita o comprados. El actual esquema resulta desincentivador para una tecnología de eficiencia energética fundamental en el sector como la cogeneración, ya que no se le asignan derechos de emisión a la parte correspondiente a la generación de energía eléctrica.



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