Lecta ha anunciado la paralización temporal de la producción en varias de sus fábricas de papel como respuesta al actual contexto del mercado, "caracterizado por unos costes de producción muy elevados, en particular los de la energía, y por una demanda más débil, debido principalmente al desabastecimiento en la cadena de valor".

La compañía, que ha ido incrementando los precios de sus papeles en función de la coyuntura, no ha indicado cuáles son en concreto los centros productivos que sufrirá las susodichas "paradas temporales" ni cuándo se producirán las mismas. Con esta medida, espera mantener sus previsiones financieras para el cuarto trimestre del año. En los primeros seis meses del ejercicio 2022 los ingresos de Lecta ascendieron a 1.007 M€, frente a los 581,5 M del mismo periodo del año anterior, mientras que su ebitda ha pasado de 21,1 M a 121,8 M€ en este mismo tramo.

La cifra de negocio global de Lecta se situó en 1.340 M€ en 2021, lo que supone un 36% más frente a los 983 M facturados un año antes. Con un ebitda de 57 M€ (20 M en 2020), Lecta tiene una plantilla de 2.986 empleados repartidos en siete fábricas en Europa y está dirigida desde marzo de 2022 por Gilles Van Nieuwenhuyzen, como nuevo CEO. Lecta está integrada por la italiana Cartiere del Garda, la francesa Condat y la española Torraspapel. Precisamente la división de Packaging de Torraspapel incrementó en 2021 su facturación un 20%, hasta los 303 M€ (el 83% por exportaciones).

Con 1.631 empleados, esta división de packaging agrupa las plantas situadas en Leitza (Navarra), donde se producen los papeles metalizados, los de alto brillo y térmicos (capacidad para 118.000 t anuales); en la localidad granadina de Motril (201.000 t/año), donde se fabrican los papeles estucados y soporte; y en Almazán (Soria), con capacidad de 121.000 t/año de autoadhesivos. El grupo Torraspapel dispone de otros centros productivos en España, situados en Sant Joan Les Fonts (Girona) y en Zaragoza, que suman una capacidad total de 572.000 t/año.