La plataforma RecyClass, impulsada por la asociación europea Plastics Recyclers Europe (PRE), ha presentado dos esquemas de auditoría complementarios que certifican la calidad del material recuperado. La Certificación del Proceso de Reciclaje RecyClass sirve como verificación del origen de los residuos del material empleado. Por su parte, la Certificación de Trazabilidad de Plásticos Reciclados aporta información de los plásticos reciclados empleados en la producción a lo largo de toda la cadena de valor del plástico.

Estas certificaciones se basan en los requisitos de la norma EN 15343 y se evalúan según la cooperación europea para la acreditación EA-1/22 A-AB: 2023. Las evaluaciones positivas de ambos esquemas permiten a los organismos de certificación solicitar la acreditación de acuerdo con la norma ISO 17065.

De esta manera, la certificación permite cumplir con uno de los puntos exigidos por la Ley de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular. Como se recordará, que entró en vigor a principios de este año, grava con 0,45 €/kg todo el plástico no reciclado contenido en cualquier envase o embalaje puesto en el mercado español. La cuestión clave en este aspecto era hasta ahora cómo se certificaba ante la administración que el producto cumple con los parámetros que marca la ley (material procedente de reciclado posconsumo que cumpla, si es necesario, con las medidas adecuadas dependiendo del destino que vaya a tener).

La norma marcó un periodo de transición que vence el próximo 31 de diciembre por el que las empresas podían justificar el uso de material reciclado en sus productos vía autodeclaraciones, pero a partir de enero del próximo año el contenido reciclado incluido deberá ser acreditado por un tercero independiente.