El centro tecnológico Itene está desarrollando nuevos formatos de envases para productos loncheados y tarrinas para salsas. Una innovación que tiene el objetivo principal de simplificar las estructuras multicapa compuestas por diversos materiales y promover el uso de estructuras monomaterial en envases para productos alimentarios. Con esto, mejorarán su reciclabilidad y podrán asegurar las propiedades necesarias para proteger el producto y prolongar su vida útil.

La iniciativa valida materiales avanzados para envases mediante tecnologías como la extrusión reactiva y el tratamiento de plasma. Su objetivo es mejorar la sostenibilidad en el sector del packaging, reduciendo el espesor de los envases y aumentando su reciclabilidad sin bajar el nivel de sus propiedades de protección.

Unos avances que forman parte del proyecto Thinpack, que está financiado por el Ivance+i (Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial) a través de fondos Feder iniciado en marzo de 2024 y con financiación en junio de 2025.

Estrategias clave para llevarlo a cabo

Este proyecto trabaja alrededor de varias estrategias: la simplificación de estructuras multicapa, la reducción del contenido del plástico, la introducción de material reciclado, y el uso de materiales biobasados. Unas mejoras que se aplican en distintos formatos de envases como por ejemplo las tarrinas inyectadas para salsas, y bandejas termoformadas para productos loncheados.

Con las tecnologías desarrolladas por el Itene, se podrá sustituir estructuras multicapa no reciclables por envases monomaterial fabricados a partir de poliolefinas con propiedades mejoradas, además de reducir el espesor de los envases sin afectar su resistencia ni sus propiedades barrera. Los envases que se van a desarrollar contarán con más material reciclado, con el que se puedan mantener sus propiedades mecánicas, como por ejemplo alternativas fabricadas con materiales biobasados que son muy similares a los convencionales.

Además, el desarrollo de este proyecto incluye también la formulación de recubrimientos funcionales, la validación de la funcionalidad de los nuevos envases, la evaluación de la seguridad alimentaria de los materiales, su viabilidad de producción a nivel industrial, y el análisis de la vida útil de los productos envasados.

Todo esto en un contexto marcado por la preocupación ambiental de la población, la evolución de las nuevas normativas, y la transición hacia soluciones de envase más sostenibles que se ve impulsada por exigencias europeas y nacionales. En línea con el Reglamento Europeo de Envases y Residuos de Envases, la legislación establece que, para 2030, todos los envases deben ser reciclables, compostables o reutilizables, promoviendo así un modelo de economía circular y reducción del impacto ambiental.

Alejandro Aragón, el responsable del proyecto, ha querido destacar que “la complejidad de los envases multicapa supone un obstáculo significativo para su reciclaje. Con Thinpack buscamos simplificar estas estructuras y desarrollar nuevos sistemas de envase que mantengan las propiedades necesarias para proteger el producto y prolongar su vida útil”. Un enfoque que permite aportar valor tanto desde el punto de vista ambiental como económico para las empresas del sector.