La Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas (Fiab), las representantes del sector de la distribución Aces, Anged y Asedas, la Confederación Española del Comercio (Cec) y los actuales Sistemas Integrales de Gestión de residuos de Envases (Ecovidrio y Ecoembes) han denunciado los graves efectos sobre consumidores, comercios e industria que tendría la posible implantación del Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR) en las condiciones que contempla el actual proyecto de Ley de Residuos y Suelos Contaminados. El citado proyecto, que será votado hoy miércoles 22 de junio en el Senado, da la opción al Gobierno de implantar este sistema de reciclaje sin más condición que un estudio de viabilidad, lo que excluye a todos los sectores afectados (comerciantes, distribución, industria envasadora y recicladores) de la posibilidad de decidir sobre una cuestión que les afecta directamente por ser los responsables de su financiación y gestión.
Los denunciantes exigen que el SDDR sólo se contemple como alternativa en aquellos casos en que se estuviera incumpliendo los objetivos de reciclaje de envases fijados por la Unión Europea, niveles que en el caso de España se superan. Según los últimos datos oficiales del MARM, España recicló el 59% de los envases en 2008, una tasa que no ha dejado de crecer en los últimos años. Según el redactado del proyecto de ley ahora en tramitación, ya no serían las empresas las encargadas de elegir el sistema de reciclado con el que cumplir la ley, sino que el Gobierno tendría la total potestad para implantar el SDDR por decreto. En tal caso, el Ejecutivo solo tendría que remitir a las Cortes Generales unos informes preceptivos de viabilidad, cuya finalidad podría estar sujeta a otros intereses, alejados de los objetivos medioambientales, fijados por la UE, que persiguen los sistemas de gestión de envases.
Si se decidiera su implantación, los denunciantes aseguran que las empresas envasadoras de alimentos y bebidas se verían gravemente afectadas, ya que tendrían que hacer frente a un doble gasto de logística e infraestructura y doble gasto en la gestión de unos envases que, actualmente, los SIG Ecoembes y Ecovidrio ya gestionan de manera eficiente. Si bien, cabe matizar que el SDDR sólo afectaría a los envases de bebidas de plástico, metal y vidrio y que estos sólo supondrían el 25% de todos los envases gestionados hoy por Ecoembes y Ecovidrio.
Costoso para la gran distribución, inasumible para el pequeño comercio
Por otra parte, la distribución organizada ve inasumible la puesta en marcha de este sistema, que conllevaría la implantación en España de alrededor de 20.000 máquinas para la devolución de envases, con un precio unitario estimado en 20.000 €, lo que implicaría un desembolso cercano a los 400 M€ sólo en compra de estos equipos. A esta inversión inicial habría que sumar el coste de otras infraestructuras complementarias (cintas trasportadoras, máquinas compactadoras de envases, plantas de conteo), o el lucro cesante por la pérdida de espacio para venta o almacén.
A su vez, el pequeño y mediano comercio, de por sí inmerso en una situación difícil, no podría hacer frente a las altas inversiones económicas de gestión y de personal que requiere la puesta en marcha y posterior operación el nuevo sistema. Más de 80.000 establecimientos no disponen de espacio suficiente para la instalación de las máquinas y de las zonas de almacenamiento y manipulación que exige el nuevo sistema, lo que les obligaría a implementar un sistema manual con costes importantes en mano de obra, espacio de almacenamiento y transporte, entre otros.
Los consumidores también se verán afectados por esta medida, ya que según las organizaciones denunciantes el SDDR es un sistema de reciclado de envases 8,5 veces más caro que el actual. Los ciudadanos tendrán que abonar un depósito por cada envase, que sólo se recuperará si lo devuelve al comercio en perfecto estado de limpieza y conservación (como sucede en otros países europeos). Según el estudio realizado por Sismega, se estima que la inversión necesaria para implantar el SDDR alcanzaría los 465 M€, a lo que habría que añadir un coste anual neto de gestión de 570 M€. Este esfuerzo, en el mejor de los escenarios de recuperación de envases por el SDDR, supondría apenas un incremento del 2% sobre la tasa de reciclado actual.







