El protagonismo de la cocina de los restaurantes está yendo mucho más allá de su papel en la elaboración del producto final. Como señala el responsable de Kitchen Consult, la cocina “está dejando de estar oculta en el último rincón del establecimiento”. La tendencia a la cocina abierta o vista, impulsada por un deseo de transparencia por parte de los hosteleros, está obligando a las empresas que realizan proyectos integrales a que sus cocinas no solo sean funcionales, sino que también tengan una estética cuidada.

Este modelo, que a primera vista puede parecer de implantación reciente, ha estado presente desde sus comienzos en los restaurantes de la cadena Skalop, especializada en el escalope más tradicional. “Desde que iniciamos nuestra actividad en el mercado hace ya más de 20 años una de nuestras preocupaciones principales fue hacer partícipe al cliente de todo el proceso de elaboración de cada plato. Nos parecía fundamental que pudiese ver cómo se elaboraba lo que se iba a comer”, explica su directora de expansión, Marta Seguí.

La apertura de las cocinas para mostrar la operativa del trabajo es uno de los pilares en los nuevos estándares de Grupo Vips. “Estamos en un gran proceso de inversión, no solo en apertura de unidades nuevas, que ya incluyen todas la mejoras, sino en la renovación de las unidades existentes, que estamos adaptando a los nuevos requerimientos y estrategia de transparencia. Así, las cocinas se están abriendo a los clientes e integrándose en la sala y su diseño”, asegura el director de cadena de suministro, Joaquín García Pertierra. De este modo, la tendencia actual del grupo multimarca es contar con cocinas vistas en todos sus nuevos establecimientos e implantarlas también en los restaurantes que reforma, siempre que el local lo permita. La integración de las cocinas en la sala tiene como consecuencia la adaptación de sus equipamientos, que deben tener una coherencia estética con el diseño de los locales.