La Generalitat anunciaba el pasado viernes que concedía a la compañía norteamericana Hard Rock la autorización para levantar un casino, con 7.595 m² de superficie, en el futuro megacomplejo de ocio anteriormente conocido como BCN World que se estudia levantar entre Salou y Vila-seca (Tarragona). El proyecto daría lugar de manera paralela al desarrollo de dos establecimientos hoteleros en la zona. La sociedad explotadora del complejo es Hard Rock BCN IR, con sede social en Barcelona. Las obras, que tendrán un plazo de ejecución de tres años, comenzarían en mayo de 2019. La autorización de explotación que le concede la Generalitat es "intransmisible" y está sujeta a que, en el plazo de diez días, abone una fianza de 7 M€. El grupo ya adelantó 3 M cuando se postuló como aspirante a explotar BCN World, quedando además como única candidata tras la renuncia del gigante chino Melco y Grup Peralada.

La construcción del casino significaría solo la primera piedra para el desarrollo del que sería uno de los mayores complejos de ocio y entretenimiento del mundo y que se conocerá como Hard Rock Entertainment World. La compañía tiene previsto destinar 700 M€ en una primera fase y, hasta 2.000 M€, en su ejecución total. En este proceso está previsto también que se construyan dos hoteles, que ocuparán una superficie aproximada de 63.000 m², así como un enorme espacio comercial de 15.000 m² (la zona de restauración ocupará 5.900 m² y la zona de ocio cerca de 6.000 m2). En la inversión inicial de 700 M€ se incluirá la compra de los terrenos, los costes de construcción, los gastos financieros, la adquisición de mobiliario y otras infraestructuras. La empresa prevé contratar a más 2.170 trabajadores a tiempo completo, desde la apertura del casino y en los primeros cinco años de operaciones. Hard Rock asegura que el impacto económico del proyecto sobre las localidades del sur de Cataluña podría alcanzar los 1.300 M€.