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"Los efectos directos e indirectos del Covid han sido muy dañinos y sus consecuencias tardarán en curarse"

Los efectos directos e indirectos del Covid han sido muy dañinos y sus consecuencias tardarán en curarse

Un exceso de confianza se está filtrando en los mercados financieros, donde los inversores apuestan en que se mantendrán las políticas de apoyo, originando una uniformidad de opinión en el mercado que eleva el riesgo de corrección de precios. Los propios de la industria financiera lo definen como “complacencia”. Así, si los inversores se replantean las perspectivas de crecimiento económico y para las políticas monetaria y fiscal, podrían reaparecer presiones sobre la liquidez, así como el riesgo de que estas desemboquen en insolvencias."Una corrección de los precios de los activos, en caso de que los inversionistas revalúen repentinamente las perspectivas de crecimiento o de las políticas, unida a las elevadas vulnerabilidades, podría tener efectos indirectos sobre la confianza y poner en peligro la estabilidad macro-financiera", alerta el FMI.

“Los riesgos para la estabilidad financiera han estado controlados hasta ahora, pero es necesario actuar para abordar las vulnerabilidades expuestas por la pandemia”, ha señalado el responsable del Departamento de Mercados Monetarios y de Capitales del FMI, Tobías Adrian, en referencia al aumento de la deuda corporativa, las fragilidades en el sector de las instituciones financieras no bancarias, el aumento de la deuda soberana, las preocupaciones sobre el acceso a los mercados para algunas economías en desarrollo y la disminución de la rentabilidad en algunos sistemas bancarios.

Recomendamos a los players de la industria hotelera y los sectores relacionados directa o indirectamente, la urgente reformulación de políticas/acciones durante este año 2021 para salvaguardar la estabilidad financiera/económica mediante el empleo de medidas macro-prudenciales, incluidas pruebas de resistencia específicas del sector, así como el desarrollo de nuevas herramientas y acciones según sea necesario.

Probablemente, y no tratamos en este artículo de “adivinar” lo que va a acontecer en un medio plazo, la teoría de los ciclos se va a imponer; revisando las últimas crisis, siempre con un titular, punto com, crisis financiera, Covid-19, después de un ciclo expansivo, la economía necesita de un periodo contractivo, con duraciones muy normalizadas entre 4-6 años. Si el año 2020 es un año donde empieza el ciclo recesivo, la duración prevista, según series históricas, nos llevaría a una recuperación total de la actividad en 2025-2026.

Si este es el escenario base, ¿qué deberíamos hacer? Ante todo, un buen diagnóstico y proyectabilidad creíble y ajustada a este escenario es a lo que tenemos que dedicar nuestro tiempo actual. Poca lectura de prensa y despistes, que no nos llevan a nada, sino encorsetarnos en el pensar general. En segundo orden, establecer “ya” un plan de acciones estructural, que no son únicamente las realizadas durante el primer año del ciclo contractivo, como solicitud de líneas de financiación, ajustes de plantillas, ERTES, ajuste de gastos, etc….

Habrá que pensar en ajustar todos los capítulos de gasto a este horizonte temporal, acomodándolos a esta perspectiva 2026; el desapalancamiento de activos y/o contratos y pasar este riesgo a los grandes fondos de real estate con una solvencia y capacidad mucho más resistentes, situando askings price a niveles más bajos y coherentes, restructuraciones de la deuda bajo este horizonte y freno y mucho análisis antes de aventurarnos en los planes de expansión, también son un “must” que nos tenemos que exigir.

Ni los gobiernos, ni las entidades supranacionales, ni las entidades financieras locales, tienen pulmón ni balances suficientes para aguantar más riesgos ante un escenario 2026. Probablemente desde este ángulo, el traspasar parte de este riesgo financiero a los fondos de crédito alternativos pueda ser otra ventana.

Una vez tengamos nuestro plan de acciones, ejecutarlas de la mejor manera y cuanto antes, y no realizar brindis al sol, que no va a llegar en el corto ni en el medio plazo. Es cierto que podemos tener repuntes de la economía, pero entendiéndolos siempre que están dentro de un ciclo bajista. “En bolsa decíamos que cuando estamos en un proceso bajista, ante los repuntes, vender”.

El negocio hotelero para los próximos tiempos, tanto desde el punto de vista del inversor-propietario, como del operador, no van a ser tan brillantes y el recorrido en rentabilidad más baja. Cualquier rentabilidad esperada debe de ser contemplada a largo plazo y a unos niveles de exigencia más bajos a los vistos en el pasado.

La oferta, con toda seguridad, será más débil en un futuro dentro de este ciclo, y la demanda también, pues la perdida de poder adquisitivo en los periodos depresivos es importante. Y finalmente los clientes de nuestro hotel somos esas personas. Menores rentabilidades van a venir… Seamos realistas y no nos carguemos de sentimentalismos; los efectos directos e indirectos del Covid-19 han sido muy dañinos y sus consecuencias tardarán en curarse.

Antoni Cuadrada es Director Transactional Advisory & Hospitality Crisis Management en Horwath HTL



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