Barceló Hotel Group suma un segundo establecimiento en Madeira. Tras asumir el 'Allegro Madeira' en 2018, estrena un hotel en el centro de la capital, el 'Barceló Funchal Oldtown' (5E-111 habitaciones), después de un complejo proyecto de rehabilitación, en el que se han recuperado seis edificios históricos, del siglo XVII, que han mantenido sus fachadas originales y sus antiguos forjados interiores. Ubicados en la Rua da Alfandega, la calle comercial más importante de la ciudad, uno de estos edificios fue la sede de la fábrica Oliveira Bordados Enmaderienses, mientras que otro de ellos pertenecía a la familia Blandy’s, una de las fundadoras originales del comercio del vino de Madeira y actualmente los mayores productores mundiales de este tipo de caldo de alta calidad, según explican desde la compañía hotelera.

La oferta gastronómica del 'Barceló Funchal Oldtown' incluye el restaurante a la carta A Bordadeira, inspirado en la tradición del bordado madeirense. Con un contexto altamente contemporáneo y acogedor, los huéspedes pueden disfrutar aquí de un exquisito desayuno bajo el concepto B-LikEat a base de alimentos orgánicos, de temporada y proximidad. Siguiendo el concepto “All day dining”, el restaurante del hotel 'Noz Café' destaca por su terraza exterior, mientras que el lobby bar ofrece la posibilidad de disfrutar de los cócteles que componen su extensa carta. Por último, destaca el rooftop bar 'B-Heaven', situado en la azotea del hotel, junto a la piscina, un solárium y con espectaculares vistas al mar.

'Barceló Funchal Oldtown' cuenta también con tres salas de reuniones diáfanas y totalmente insonorizadas para la celebración de cualquier tipo de evento, lo que lo convierten también en un hotel idóneo para aquellos clientes que visitan Funchal por motivos de trabajo y quieren extender su estancia para disfrutar de la ciudad y de las instalaciones del hotel.

Durante el proceso de excavación –bajo supervisión de un equipo de arqueólogos locales–, se han encontrado importantes elementos y vestigios de siglos pasados, que demuestran no sólo la importancia histórica del edificio, sino la ubicación del mismo en un enclave, que por su cercanía al puerto, lo relacionan con los orígenes de la ciudad: más de un millar de piezas de cerámicas de época colonial, restos de una calzada del siglo XVI, un zapatero raspador del s XVII o monedas del XVIII. Todos ellos han sido integrados en la decoración del hotel, poniendo en valor el patrimonio cultural local y ofreciendo la posibilidad a todos los huéspedes de profundizar en la historia y el legado de la ciudad de Funchal durante su estancia en el hotel.

Por el momento, la oferta de Barceló en el país luso incluye estos dos establecimientos en Madeira. La compañía también estuvo presente en Lisboa y en el archipiélago de las Azores.