La Asociación Mediterránea de Aromas y Fragancias (AMAF) ha celebrado su asamblea general para poner en orden sus logros y nuevos objetivos de cara a 2022, un año que se vislumbra “muy movido”, según comentó Denia Martínez, presidenta de la organización. Para saber dónde estamos y hacia dónde caminar, la organización preparó unas jornadas de trabajo e información bajo el título “Anticipación y Competitividad en el mundo de los aromas y las fragancias”.

Todos sabemos que hace un año y medio el mundo cambió. "Hubo un punto de inflexión en el que tanto a nivel profesional como personal tuvimos que cambiar y anticiparnos a muchas cosas que iban a venir", comenta Denia. Y aunque el sector químico de aromas y fragancias tuvo la fortuna de ser un agente esencial en época de pandemia, existen dificultades y amenazas que hacen que haya que seguir muy atentos para continuar trabajando desde la anticipación y la competitividad. “El sector vive una gran crisis por la escasez de materias primas, y estamos viendo que el problema ya no es pagar cuatro veces más por algunos ingredientes, sino que se suma el incremento del coste del transporte. Los fletes que antes valían 2.000 $ ahora valen 15.000 €, y se pagan”, explica Denia Martínez.

Para ahondar en aspectos de total actualidad, la asociación preparó un programa en el que se habló de los grandes asuntos: tendencias de consumo, sostenibilidad, packaging, incremento de los precios de las materias primas y ayudas (Fondos Next Generation). Para ello contaron con la participación de empresas como Ventos, Quimidroga, Lluch Essence, Maschiopack, Fres-Co y Mintel, así como la de Mariona Sanz, directora general de Fondos Europeos en la Generalitat de Catalunya.