En un entorno internacional muy competitivo, el sector papelero de nuestro país logró incrementar sus niveles de consumo y producción en 2024, consolidando su fuerte posicionamiento en Europa, gracias a su apuesta por la sostenibilidad, la innovación y el comercio exterior. Así, tal y como reflejan los datos de la Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón (Aspapel), la producción y el consumo de papel y cartón experimentaron incrementos del 8,5% y el 6,5%, respectivamente. En cambio, la facturación del sector apenas creció un 0,5%, como consecuencia de un entorno global altamente competitivo, en el que los costes estructurales condicionan la rentabilidad del sector.
Más en detalle, la producción de papel y cartón alcanzó los 6.561.467 t en 2024. Con un 7,4% de la producción comunitaria, España mantiene su posición como el sexto mayor productor de papel y cartón de la Unión Europea. Todos los tipos de papel han visto incrementada su producción frente a 2023. El papel para envases y embalajes sigue mostrando un dominio apabullante, con un 68,6% de la producción total, seguido del higiénico y sanitario (14,1%), el papel para prensa, impresión y escritura (11%), y los papeles especiales y otros (6,3%). Mientras, la producción de celulosa ha alcanzado las 1.696.337 t, un 5,3% más que en 2023, lo que le consolida a España como el quinto productor europeo de celulosa.
Por su parte, el consumo de papel y cartón alcanzó los 6.730.890 t, con un incremento especialmente importante en el papel higiénico y sanitario, que crece el 14,6%. También destaca el aumento del 9,1% de papeles para envases y embalajes, en sintonía con las tendencias en comercio y logística sostenible.El consumo de celulosa se disparó hasta las 1.999.038 t, lo que supone un incremento del 20,4% respecto a 2023. Este dato subraya, según Aspapel, la capacidad del sector para abastecer tanto al mercado nacional como al internacional con un recurso estratégico, renovable y reciclable.
Competencia global que lastra la facturación
A pesar de este notable incremento en los niveles de producción, la facturación del sector se ha mantenido estable. En 2024 se situó en 5.232 M€, un 0,6% menos que el año anterior. Por segmentos, la celulosa registró una caída del 12,9%, mientras que el papel y cartón experimentó un ligero incremento del 0,5%. La presión del entorno global altamente competitivo en el que operan las empresas papeleras de España ha resultado decisiva para ello. “Y los elevados costes energéticos y estructurales, superiores a los de otros países, han condicionado la rentabilidad del sector a pesar de su fortaleza productiva. Este contexto coloca a la industria pastero-papelera española en una clara desventaja competitiva respecto a otros mercados”, apunta Aspapel.
El comercio exterior ha sido nuevamente una palanca clave para sostener la actividad del sector. En 2024, las exportaciones de papel y cartón crecieron un 17,9%, hasta las 2.894.850 t, lo que representa el 44,1% de la producción. Los principales destinos de estas exportaciones siguen siendo los países del entorno europeo, especialmente Portugal, Francia, Italia, Países Bajos y Alemania. Al mismo tiempo, las importaciones de papel y cartón aumentaron un 11,7%, con un total de 3.064.273 t. Estas cifras muestran una mejora en la balanza comercial del sector.
En cuanto a la celulosa, las exportaciones se mantuvieron prácticamente estables con 993.504 t (-0,8%), mientras que las importaciones aumentaron un 23,3%, hasta las 1.296.205 t, en respuesta al incremento del consumo interno. En este contexto, España exporta el 58,6% de la celulosa que produce, principalmente a la Unión Europea, siendo Países Bajos, Alemania, Italia y Polonia los principales destinos.
Un modelo basado en sostenibilidad, circularidad e inversión
La sostenibilidad es uno de los principales vectores de crecimiento de la industria papelera, con foco especial en la economía circular, la gestión forestal sostenible y la producción responsable. En 2024, las fábricas reciclaron 5.200.210 t de papel y cartón recuperado, un 7,7% más que el año anterior, lo que eleva la tasa de reciclaje al 83,6% y confirma a España como el tercer país más reciclador de estos materiales en la Unión Europea. Por otro lado, el consumo de madera en 2024 fue de 5.576.940 m3 sin corteza, un 10,3% más que en 2023. El 88,4% fue de origen nacional, procedente de plantaciones gestionadas de forma sostenible, lo que garantiza el impacto positivo tanto en el medioambiente como en el empleo y la economía local.
En 2024, la industria pastero-papelera española destinó 292 M€ en inversiones, lo que representa un 5,6% de su facturación. Estas inversiones se han centrado en innovación tecnológica (20,4%), mejoras en calidad y medio ambiente (17,7%) y aumento de capacidad productiva (16,2%).
La industria papelera mantiene un rol estratégico en la cohesión territorial y la creación de empleo estable. En 2024, el número de empleos directos alcanzó los 17.489, mientras que los indirectos se estiman en 87.000.
