El grupo noruego de prestación de servicios integrales de gestión de crédito Lindorff acaba de cerrar la compra del 94% del capital social de Aktua , compañía dedicada a la gestión de activos inmobiliarios, y que desde 2013 era propiedad del fondo estadounidense Centerbridge. La operación asciende a 313 M€, incluyendo pagos diferidos y contingentes, según ha informado Lindorff en un comunicado, que señala además que el Banco Santander mantendrá su participación en el accionariado de Aktua.
Hay que recordar que en 2013 Centerbridge se hizo con Aktua, propiedad hasta ese momento de Banesto, en una operación valorada en unos 100 M€. El grupo Aktua, formado por varias sociedades, centra su actividad en a la gestión de deuda y activos inmobiliarios. La cabecera del grupo, Aktua Soluciones Financieras , facturó 53,55 M€ en 2014 (+36%), con una plantilla de 302 empleados y un beneficio neto de 12,51 M€. Aktua dispone de una red de 20 oficinas en toda España y gestiona alrededor de 42.000 inmuebles valorados en cerca de 7.000 M€. Entre la lista de posibles compradores de Aktua también se encontraban el fondo estadounidense Apollo y el fondo alemán Activum . Precisamente a comienzos de años Centerbridge se hizo con la gestión de los activos inmobiliarios de Ibercaja .
Tercera gran compra
La compra de Aktua es la tercera gran operación que el grupo noruego acomete en España tras la adquisición de Reintegra al Santander en el año 2012, por unos 100 M€, mientras que dos años después se hacía con el negocio de gestión y recobro de deudas impagadas del Sabadell, por algo más de 162 M€. Lindorff dispone de más de 1.100 empleados en España y oficinas en Madrid, Valladolid, A Coruña, Alicante, Barcelona, Granada, Jerez de la Frontera, Santa Cruz de Tenerife, San Sebastián y Valencia. "España es un mercado en crecimiento importante para Lindorff, señala Klaus-Anders Nysteen, CEO de Lindorff. "Esta operación nos aporta una sólida plataforma en el mercado de gestión de activos adjudicados, incorporando nuevas capacidades para lograr un mayor crecimiento en el sector de deuda fallida hipotecaria en España y posteriormente en otros mercados", apunta Nysteen.
