SANImarket Geriátricos: ¿Desde cuándo está presente Agrupaciò Mùtua en el mercado de los servicios de teleasistencia?
Jordi Bertrán: Agrupaciò Mùtua se inició en el mercado de la teleasistencia pública en 2005, a través de la UTE Agrupaciò Mùtua-Asispa. Posteriormente, en el año 2007, nos estrenamos como proveedores de teleasistencia privada, mediante la empresa AIDEP (Atención Integral a la Dependencia).
S.G.: ¿Qué tipo de servicios presta en la actualidad? ¿En qué comunidades autónomas está presente?
J.B.: Actualmente, prestamos servicios de teleasistencia pública en Cataluña, concretamente en las ciudades de Barcelona, Lérida, Tarragona y Reus y, teleasistencia privada en todo el territorio nacional. Tenemos oficinas en Cataluña, Baleares, Aragón, Comunidad Valenciana, Comunidad de Madrid, La Rioja, Navarra y Murcia. Además de teleasistencia, ofrecemos servicios de atención domiciliaria, ayudas técnicas y facilitamos a nuestros clientes el acceso a todos los servicios de atención a las personas mayores, a través de nuestra guía de recursos y nuestro teléfono de atención y asesoramiento, durante los 365 días del año.
S.G.: ¿A cuántos usuarios presta servicio actualmente?
J.B.: A día de hoy atendemos a 46.000 usuarios, a través de la TAD ((Teleasistencia a domicilio) pública en las ciudades, anteriormente mencionadas, y con la UTE Agrupaciò Mutua-Asispa. Por otra parte, en el entorno privado atendemos a un total de 1.200 usuarios entre la TAD, la atención domiciliaria, los centros residenciales y el Centro de Vida Independiente (accesibilidad y ayudas técnicas).
S.G.: ¿Cómo definiría el mercado actual de la teleasistencia?
J.B.: La TAD es un servicio muy consolidado y maduro, aunque todavía tiene un cierto margen de crecimiento. Quizás lo más importante, desde nuestra experiencia, sea destacar que el concepto de teleasistencia está evolucionando y todavía tiene un gran potencial para crecer. Gracias a la TAD, un mayor que se fracture la cadera, ingresa en menos de 30 minutos en el hospital, con todo su historial médico actualizado y todos sus familiares avisados, en vez de pasarse horas en el suelo de su domicilio. El futuro de la TAD es excelente, si tenemos en cuenta que el envejecimiento de la población mayor de 65 años pasará del 17% actual al 23% en 2030, por lo que las necesidades de servicio a un coste razonable irán ganando terreno.
S.G.: ¿Qué incorporaciones o novedades tecnológicas podría incluir la teleasistencia domiciliaria?
J.B.: Con una buena coordinación e integración entre los servicios sociales y sanitarios y la incorporación de algunas mejoras tecnológicas, la teleasistencia podría desarrollarse mucho más, pudiendo ofrecer funciones de telemonitorización, telemedicina o telesalud. A medio plazo, la TAD actual podría incorporar programas de hospitalización domiciliaria, telemedicina, mantenimiento en el domicilio de los enfermos con patologías crónicas e incorporar elementos domóticos.
