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Cinco claves del desmantelamiento del modelo Alzira

Cinco claves del desmantelamiento del modelo Alzira

El gobierno de la Comunidad Valenciana ha comunicado oficialmente al grupo hospitalario Ribera Salud su intención de no renovar el contrato de gestión que vincula a la empresa valenciana con el hospital de Alzira (Valencia) y el área de salud correspondiente . A partir de aquí, se pone en marcha un periodo de un año, en el que la concesionaria deberá comunicar cada movimiento en relación con la gestión del centro, hasta que, se produzca la reversión de la concesión, el próximo 1 de abril de 2018.

1. Alzira como hospital pionero de un nuevo modelo de gestión

El modelo Alzira como tal y como se entiende en la actualidad en la Comunidad Valenciana se inició en 2003, cuando el gobierno de la Generalitat adjudicó la gestión del hospital de Alzira y de su área de salud correspondiente a un consorcio formado en ese momento por la aseguradora Adeslas (51% de las acciones), Ribera Salud (45%) y dos grupos constructores, con un 2% cada uno. Anteriormente, se había ejecutado una adjudicación que únicamente incluía el centro hospitalario, si bien, es en este ejercicio cuando se decide ampliar la cobertura del modelo a la atención primaria. Este modelo ya operativo se extiende en la Comunidad Valenciana a cuatro ciudades más. En todos los casos resultó adjudicataria Ribera Salud , especialista en este tipo de gestión, junto con algunos de los grupos aseguradores y de servicios sanitarios más relevantes del país. Así, además de incluir en algunos casos a otros actores, los consorcios adjudicatarios estaban liderados por Asisa (hospitales de Torrevieja y Elche), DKV (hospital de Dénia) y Sanitas (hospital de Manises). En todos los casos, la Generalitat Valenciana aprobaba un pago capitativo para la atención de la población adscrita al área de salud y los concesionarios se comprometían, no solo a la construcción, equipamiento y puesta en marcha de los hospitales mencionados, sino también a las inversiones necesarias en centros de salud y de especialidades. Igualmente, la concesión incorporaba la explotación por parte de las adjudicatarias de todos los servicios sanitarios y no sanitarios del hospital, durante periodos de 15 años, que empiezan a cumplir en 2018 con el fin del contrato de Alzira. Además de estas experiencias, el gobierno valenciano decidió exportar el modelo a otro segmento de la atención sanitaria, externalizando el servicio de resonancia magnética en la región, un contrato que recayó en la UTE Erescanner, liderada por Eresa y Ribera Salud.

2. Extensión a la Comunidad de Madrid

A pesar de que el modelo despertó el interés de buena parte de las Comunidades Autónomas (algunas incluso llegaron a estudiarlo en profundidad), la Comunidad de Madrid fue única que dio el paso definitivo, asimilando el modelo tal y como se había concebido en la Comunidad Valenciana. Así, en la actualidad, el Servicio Madrileño de Salud mantiene cuatro concesiones hospitalarias de gestión privada adjudicadas a Quirónsalud (para los hospitales de Valdemoro, Móstoles y Collado Villalba, además de un área de salud pública concertada con la Fundación Jiménez Díaz) y Sanitas (hospital de Torrejón, en la que también participan la aseguradora Asisa, FCC y Concessia). Además, el ejecutivo madrileño tuvo la intención de profundizar aún más en el modelo, iniciando un proceso de externalización de la gestión de otros seis hospitales públicos (Coslada, Parla, Aranjuez, San Sebastián de los Reyes, Vallecas y Arganda). Estos centros llegaron incluso a ser adjudicados en 2013 a las empresas Sanitas, Ribera Salud y la puertorriqueña Hima San Pablo, si bien, en 2014, el gobierno decidió dejar sin efecto esta externalización, debido a la presión ejercida por los colectivos implicados. Al igual que en la Comunidad Valenciana, también Madrid extendió el modelo a otros procesos, en este caso, a la gestión del laboratorio central de la Comunidad de Madrid.

3. Copias del modelo sin gestión sanitaria

En paralelo a este nuevo modelo, surgió un nuevo tipo de explotación hospitalaria, en la que se cedía a un operador privado la construcción del centro hospitalario, así como la gestión de todos los servicios no sanitarios (limpieza, lavandería, restauración, etc.). En la actualidad, según los datos de las bases de datos de Alimarket Sanidad y Dependencia, existen 14 hospitales operativos bajo este modelo, en Cataluña, Baleares, Castilla y León, Cantabria y Madrid (en este último caso, los seis hospitales cuya gestión sanitaria intentó externalizar el gobierno madrileño habían sido puestos en marcha bajo el modelo concesional de construcción y explotación de servicios no sanitarios).

4. Operaciones de compra-venta durante los periodos de concesión

Desde que se pusiera en marcha el nuevo modelo de gestión hospitalaria, son numerosos los cambios que han surgido en los consorcios adjudicatarios, tanto en la Comunidad Valenciana, como en Madrid. Así, a mediados de 2015, Ribera Salud cerraba la adquisición de la totalidad de las acciones de los hospitales públicos de gestión privada de Torrevieja, Elche y Alzira (en este último caso, el porcentaje alcanzado por la empresa ascendía al 96%, quedando las constructoras con el 4% restante). Estas operaciones rompían las alianzas que Ribera Salud mantenía con todas las aseguradoras, excepto con DKV (la única vigente), después de que, en 2012, fuera Sanitas la que comprara las participaciones de la valenciana en los hospitales de Manises y Torrejón de Ardoz , en una operación valorada en 77,6 M€. La propia Ribera Salud sufría cambios en su accionariado, cuando en 2014 la norteamericana Centene se hacía con el 50% que poseía Bankia en la gestora (el 50% restante quedaba en manos de Banco Sabadell, entidad que heredó este activo dentro del proceso de integración de las participaciones de Caja de Ahorros del Mediterráneo -CAM-).

5. Vida del modelo fuera de nuestras fronteras

Con un modelo que empieza a extinguirse en la Comunidad Valenciana y por el que parecen no apostar de momento el resto de las Comunidades Autónomas, la supervivencia de este tipo de gestión parece estar limitada a países del extranjero. De hecho, Ribera Salud, como principal especialista nacional, estaría ya inmerso en la búsqueda de nuevas oportunidades fuera de nuestras fronteras. Además de en América Latina, donde el grupo está presente con sus participaciones en los hospitales peruanos de Santa María del Triunfo y Callao, los intereses de la gestora han pasado por países como Eslovenia o Reino Unido .



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