Tras más de 25 años en el Reino Unido y con presencia también en Alemania, el grupo Hilditch aterriza ahora en España, donde va a poner en marcha su modelo de venta de equipos médicos en desuso , así como la gestión de este tipo de activos del sector sanitario.
Hilditch Iberia, que así se llama la filial del grupo en España, tendrá sede en Barcelona, donde ofrecerá a los centros la opción de realizar valoraciones y tasaciones de equipos médicos , así como la venta de cualquier tipo de activo hospitalario. La compañía confirma así su expansión en Europa. El grupo sigue la premisa de que "hay muy pocos equipos que no tengan valor", por lo que "ofrece una segunda oportunidad a toda clase de equipamiento sanitario en desuso, incluyendo equipos de quirófano, endoscopia, radiología e imagen, patología y laboratorio, equipamientos de alta demanda en el mercado europeo y norteamericano, así como en países en vías de desarrollo".
Fundada en 1990, la empresa explica que el 95% de los hospitales públicos y privados del Reino Unido utilizan los servicios de Hilditch en la actualidad, captando anualmente unos 8 M£ en equipamiento, cuyo beneficio va directamente al sector sanitario. Hilditch defiende que con la venta de este equipamiento en desuso, los hospitales tienen la opción de ahorrar los costes de desmontaje y pueden recuperar parte de la inversión realizada, liberando del mismo modo espacio útil en los hospitales y favoreciendo la política “Green”, reduciendo los residuos a través de la reutilización.
Amelia Mainer, directora de la filial en España, asegura que el principal objetivo de Hilditch Iberia es “ conseguir ayudar al Sistema Nacional de Salud como lo hacemos con el NHS británico”, puesto que “para nosotros el mercado español es de gran importancia”. “Hay muy pocos equipos que no tengan valor, incluso los que no funcionan, nosotros los conseguimos vender para piezas”, añade, “y la venta de activos supone para el hospital una buena fuente de ingresos, o al menos cubrir los costes del reciclaje”. En este sentido, en un reciente cierre de un centro en Bristol, North Bristol NHS, “el beneficio fue de unas 500.000 libras y el centro se ahorró 300.000 libras en costes de reciclaje”.
