La Junta de Extremadura y las diputaciones provinciales de Badajoz y Cáceres anunciaron ayer la próxima puesta en marcha de un plan de choque dotado con 73,9 M€, para "dar respuesta a las necesidades de las personas en situación de dependencia". El nuevo plan fue presentado por el consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José Mª Vergeles, acompañado del presidente de la Diputación de Cáceres, Carlos Rodríguez, y el vicepresidente de la Diputación de Badajoz, Ricardo Cabezas.

El plan incluye la creación de ocho nuevos centros de convalecencia y cuidados continuados ubicados en Jerez de los Caballeros, Herrera del Duque, Guareña y Llerena (Badajoz), y en Brozas, Tejeda de Tiétar, Piornal y Pescueza (Cáceres), que formarán parte de la red del Servicio Extremeño de Promoción de la Autonomía y Atención a la Dependencia (Sepad). Asimismo, el plan contempla la construcción de una nueva residencia en Fregenal de la Sierra (Badajoz) y la ampliación y reforma de otros nueve geriátricos municipales en Cabeza del Buey, Calzadilla, Santa Marta de los Barros, Berlanga y Zurbarán (todas de Badajoz) y Casar de Cáceres (finalización de obras), Hoyos, Malpartida de Plasencia y Caminomorisco (Cáceres). Los 18 centros atenderán mayoritariamente a personas en situación de dependencia de grados II y III.

Los nuevos recursos se financiarán mayoritariamente con el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia de la Unión Europea, que aportará 67,7 M€, de los que en torno al 15% (9,2 M) será transferido directamente a las diputaciones. Estas últimas aportarán además los otros 6,2 M de sus fondos propios. El objetivo es que las obras estén concluidas en 2026, si bien el grueso de las inversiones se realizará entre 2022 y 2023.

El nuevo plan obedece a las conclusiones detectadas durante la pandemia, entre las que destaca la apuesta de construir centros con un máximo de 90 plazas, siguiendo una resolución del Consejo Territorial de Atención a la Dependencia. El nuevo modelo residencial contempla tres niveles de intensidad, en función de las necesidades de los usuarios, tanto en el aspecto social como en el sanitario, primando la autonomía y la permanencia del usuario en su domicilio durante el mayor tiempo posible.

El objetivo es que haya un primer nivel de carácter local en el que el centro residencial esté abierto a la comunidad y pueda ofrecer servicios como centro de día, catering o ayuda a domicilio. En el segundo nivel se prevé que haya un centro de referencia comarcal con una unidad de enfermería reforzada y coordinación sanitaria muy estrecha en relación con la Atención Primaria. Y es ya en el tercer nivel donde se situarían los nuevos centros de convalecencia y cuidados continuados, uno por cada área de salud. Estos centros, a su vez, contarán con tres áreas: una residencial y de convivencia, otra destinada a las demencias y otra de convalecencia y recuperación, que equivaldría a una hospitalización de media o larga estancia.

Los ocho nuevos centros de convalecencia sumarán 590 plazas, de las que 192 corresponderán al área residencial, 160 a la de las demencias y 238 al área de convalecencia. Además de estas 590 plazas, la inversión con fondos propios de las diputaciones aportará 327 plazas más.