Desde finales de 2008, España se ha convertido en un paraíso cercano y próspero para invertir en tecnología sanitaria, Comenzando por sencillos sistemas de llamada paciente-enfermera y acabando por las pioneras aplicaciones de telemedicina en las que algunas consultoras están trabajando actualmente, todas despiertan el interés de algunas empresas extranjeras. Para la empresa sueca STT Condigi, fabricante de terminales de teleasistencia, nuestro país supone además una de sus mayores vías de crecimiento. El paulatino desarrollo de la Ley de Dependencia y la necesidad de equipar nuevos proyectos públicos y privados, cada vez más personalizados ha determinado que STT Condigi comience su internacionalización por España. Por ahora, la dirección de la empresa mantiene negociaciones avanzadas para comprar una empresa especializada en el desarrollo de plataformas asistenciales y estudia implantarse directamente mediante la puesta en marcha de un filial española en Madrid, antes de finales de 2011.

Hasta ahora, STT Condigi dispone de un red distribuidores que comercializa las soluciones ‘Careline Anna’ y el terminal ‘Carelina/GSM’. El primero de ellos incluye 16 conexiones vía radio incorporada, que pueden ser colgantes o accesorios; un software actualizable de forma remota, a través de la línea telefónica y conexión con el sistema de informes de actividad, a través de los infrarrojos, para registrar la actividad y los eventos. Mientras, el segundo posibilita la utilización de una línea analógica o, si esta falta, la línea GSM, que determina, con cierta precisión, dónde se encuentra físicamente un terminal móvil que usa el dependiente. Junto a estas dos soluciones, STT Condigi cuenta con otros productos como el terminal de teleasistencia ‘Reflex’. En 2010 STT Condigi facturó 25 M€, con una plantilla de 120 trabajadores.