Sanimarket Geriátricos: Desde su constitución, Vitalia Centros de Día apostó por el desarrollo de su red de centros, mediante franquicias. ¿Cuáles son los planes de expansión en la actualidad?

Catalina Hoffman.: Antes del verano vamos a abrir cinco centros, todos en régimen de franquicia, que ya están finalizando sus obras, en Granada, tres en Madrid (en San Sebastián de los Reyes, Alameda de Osuna y Chamartín) y en Oviedo. Son centros mucho más grandes que el que tenemos en Ferraz, que tiene 200 m2 y capacidad para 40 usuarios, pero es el piloto, con el que quise ver si el sistema funcionaba.

A más largo plazo, tenemos confirmados nuevos proyectos en Valencia, Barcelona, Málaga, Santiago de Compostela, Vigo y San Sebastián, que abrirán a lo largo de 2009. En realidad, tengo sobre la mesa 450 peticiones de franquicia.

S.G.: ¿Cuánto cuesta poner en marcha un centro de día ‘Vitalia’?

C.H.: Un centro de 400 m2, que es el tipo, con 65 usuarios, requiere una inversión de unos 300.000 euros. El retorno de la inversión pueden ser dos años o dos años y medio, infinitamente inferior a una residencia. Casi siempre son centros en inmuebles alquilados. Normalmente el periodo desde que se firma el contrato con el franquiciado hasta que se abre un centro son seis meses.

S.G.: La base de Vitalia Centros de Día es el llamado ‘Método Hoffman’: ¿en qué consiste, esencialmente?

C. H.: Es un método de tratamiento específico para la tercera edad en el que trabajamos todas las áreas, el área cognítiva, el área de rehabilitación física y también el área social. Se trata de estudiar cada caso de manera totalmente individualizada y no teniendo en cuenta sólo la patología. Yo siempre digo que no conozco dos Parkinson iguales, dos Alzheimer iguales, ni dos personas iguales. Hacemos una valoración multidisciplinar y de ahí sacamos el programa de tratamiento y los objetivos tanto a corto, medio o a largo plazo. Un Alzheimer no se cura ni un Parkinson tampoco, pero sí se mejora y se frena. Tenemos además un programa de prevención que también es muy importante.

S.G.: ¿Qué tipo de usuarios ocupan los centros Vitalia?

C.H.: El perfil del usuario es muy variado, gente muy mayor y muy joven, válida, porque un centro de día no puede asociarse sólo a gente asistida. En Vitalia tenemos programas diferentes para todos. Porque el centro de día no debe asociarse necesariamente a enfermedad, aunque tradicionalmente hayan sido catalogados como aparcaderos.

S.G.: Entonces, ¿consideras que el sector tiene un problema de imagen?

C.H.: Desgraciadamente sí. Y a veces es cierto, vas a algunos centros de día y tienes a 25 abuelos apoyados en una pared mirando una tele de plasma, es lo único que hacen y te cuesta cambiar el chip. Se trata de cambiar el concepto, de rehabilitar mediante la actividad, ese es uno de mis lemas.

S.G.: Entre los principales problemas que señalan los gestores de centros de día destaca el transporte del mayor: ¿cómo lo soluciona Vitalia ?

C.H.: Nosotros ofrecemos flexibilidad total. Entendemos que hay personas que rotan por las distintas casas de sus hijos, o que estos trabajan a turnos, etc. Buscamos la calidad del mayor, pero también de su familia. No puedes decir el horario es de 8 a 7 y si lo quiere bien y si no también. Nosotros tenemos casos de usuarios que son hijos de enfermeros o médicos, por ejemplo, que trabajan a turnos y no tienen un horario fijo y nos amoldamos.

S.G.: ¿Cuántas horas suele pasar el mayor en el centro?

C.H.: Depende mucho. Hay gente que está desde las 8 y media y hay quien llega a las 11. Nos adaptamos a cada caso. Tenemos servicios de transporte todo el día, porque buscamos la conciliación con la familia.

S.G.: ¿Qué papel considera que tienen los centros de día en el desarrollo de los servicios para mayores en nuestro país?

C.H.: Los centros de día son el futuro por muchos motivos, fundamentalmente porque cubren la necesidad de tener a nuestros mayores atendidos. El perfil de usuario no tiene nada que ver con el de la residencia y esto es muy importante, porque se puede hacer mucho por ellos, por frenar sus problemas. Creo que los mayores en una residencia están fenomenal, pero cuando tienen un perfil de tratamiento inviable, que necesita una atención 24 horas, por un deterioro, una agresividad, que para la familia es imposible de controlar.