Alimarket: ¿Cómo ha evolucionado la sección de Frutas y Hortalizas en los últimos años en su cadena?
Manuel García: Se trata de una sección muy dinámica y que está en constante evolución. Durante los últimos años, la cooperativa ha implantado un nuevo modelo de ambientación en el punto de venta que pretende aportar a los clientes un valor añadido a su compra a través de mensajes informativos, que se organizan y ubican en el lugar idóneo para que puedan ser utilizados de la mejor manera.
A: ¿Cuáles son las grandes dificultades que se encuentra la distribución para la gestión de su sección de frutas y hortalizas?
M.G: Por un lado, la deflación de precios con la que hemos tenido que convivir estos últimos años, y por otro, está el cambio del comportamiento del consumidor, que hoy en día hace un consumo más inteligente, compra producto de temporada cuando está en su mejor momento de calidad y mejor precio, además opta por establecimientos de cercanía y acude a comprar más veces, pero menos cantidad.
A: ¿Qué medidas se han puesto en marcha para solventar estas dificultades?
M.G: Nosotros siempre hemos ofrecido un amplio surtido a nuestros clientes con los dos formatos de venta: a granel y envasado. Siempre hemos dejado que sea el cliente quien elija y es lo que seguiremos haciendo. No obstante, hemos adaptado parte de nuestro surtido, creando "la cesta básica", que consiste en tener un grupo de referencias de mayor demanda a la mejor relación calidad/precio del mercado.
A: ¿Qué estrategia de compra sigue la cadena para la sección de frutas y hortalizas?
M.G: Nuestra estrategia es clara: ofrecer a nuestros clientes frescura y calidad al mejor precio. Buscamos siempre el momento adecuado para la incorporación de frutas y hortalizas, poniéndolas a la venta sólo cuando sus condiciones organolépticas son las mejores para su consumo, de tal forma que el cliente quiera repetir cuando compre nuestros productos.
A: ¿Qué requisitos deben cumplir los proveedores que trabajan con ustedes?
M.G: Los requisitos que se piden a nuestros proveedores se basan cada vez más en dos pilares fundamentales: la calidad, un factor indiscutible, y la seguridad alimentaria, aportando certificaciones ISO, BRC, IFS, Global Gap..., que avalen esa seguridad en los alimentos que ponemos a la venta.







