Sos Corporación Alimentaria ha decidido no sólo adaptar su nombre a la realidad, tras la venta de Nutrexpa -eliminando esta marca de su razón social-, sino reorganizar también su estructura organizativa y su cuadro directivo para asimilarlos a los de una auténtica multinacional. Después de la compra de la italiana Bertolli en el verano de 2008, que le ha abierto las puertas de los mercados internacionales del aceite, principalmente el norteamericano, el grupo alimentario español obtiene ya el 70% de sus ventas en el extranjero, según datos del primer semestre de 2009. Esto la constituye en una auténtica multinacional del aceite, siendo no sólo eso, pues se ha convertido además en la líder mundial del negocio oleícola con una cuota estimada del 22% y marcas presentes en los cinco continentes.
La nueva organización de Sos pone énfasis precisamente en un reparto de la gestión mediante cinco direciones por países y mercados: España, que será dirigida por Juan José Landázuri; Sur de Europa (con centro en Italia y que representa el 33% del negocio del grupo); Europa Occidental (con sede en Holanda); Norteamérica (con sede en Houston y que acapara el 24% del negocio); y Resto de regiones. Esta organización estará coordinada por un único centro corporativo que aglutina las áreas de financiación, medios, compras, asesoría jurídica e I+D, todas ellas bajo la dependencia del consejero delegado, José Manuel Muriel. Asimismo, se ha aprobado la creación del cargo de director de auditoría interna, que estará vinculado al presidente, Mariano Pérez Claver.
Deuda financiera de 1.151 M
Por otro lado, el grupo ha registrado durante el primer semestre unas pérdidas consolidadas de 65,96 M€, frente a los beneficios de 16,40 M€ que obtuvo en el mismo plazo del pasado año. Según ha comunicado, las cuentas se han visto significativamente perjudicadas por las provisiones no recurrentes, que se elevan a 62,12 M€, repartidas entre 28,52 M por deterioro del saldo con empresas vinculadas a los antiguos administradores de la sociedad, 32,07 M por ajuste a precios de mercado de algunos derivados y activos, y 1,53 M por gastos de reestructuración. De no haber existido estas provisiones no recurrentes, el resultado antes de impuestos del primer semestre habría sido positivo de 0,5 M€, frente a las pérdidas antes de impuestos de 61,64 M finalmente registradas.
En total, la deuda financiera del grupo asciende ahora a 1.151,23 M€ de pasivo no corriente y 474,47 M de pasivo corriente, a cuyo abultado monto también han contribuido, precisamente, las cargas crediticias generadas por la compra de Bertolli, valorada en 630 M€. Para afrontar esta precaria situación, Sos está elaborando con Credit Suisse un plan de reestructuración que tiene previsto anunciar en las próximas semanas, que incluiría una prevista ampliación de capital de 200 M€, la entrada de nuevos socios y la posible venta de activos. En este sentido, el Consejo ha declarado estratégicos únicamente los negocios de aceites y arroz, aunque estaría dispuesto a la venta de algunas de sus marcas. Además, por sus propios problemas financieros y la dificultad para encontrar inversores externos, Sos ha paralizado el desarrollo del llamado “Proyecto Tierra”, por el que en 10 años pretendía adquirir 100.000 ha de terreno en varios países de la Cuenca Mediterránea para plantar olivo de explotación superintensiva, y vender estas parcelas a otros interesados asegurando la compra de la producción de aceituna. El proyecto ya contaba con 5.000 ha en propiedad en España y Portugal -las últimas parcelas se han adquirido este año en el país vecino-, de las cuales la mitad estaban en cultivo.
Y, por último, conjuntamente con Accenture, Sos va a desarrollar otro plan para mejorar la eficiencia y la productividad del negocio bajo un formato de costes compartidos, cuya implantación se prevé a lo largo de los próximos dos años. En la actualidad, la plantilla de Sos Corporación asciende a 3.015 personas, 224 menos que el año anterior.







