CCOO valora positivamente el acuerdo sobre el convenio colectivo de las empresas del Grupo Freixenet, que se alcanzó ayer, después de diez meses de intensas negociaciones, ya que estima que "garantiza el poder adquisitivo de los trabajadores y trabajadoras y habilita el derecho de la representación de las plantillas de participar en la discusión y elaboración de un plan industrial de futuro para el grupo".

Este convenio, que se cierra justo a tiempo para garantizar la "paz social" durante la vendimia, tendrá una vigencia de un año y prevé un incremento del salario base y demás conceptos económicos incluidos en las tablas salariales equivalente a un 1,5% para este año, con efectos retroactivos a 1 de enero. Los atrasos se abonarán en la nómina del mes de septiembre. También se establece una cláusula de revisión salarial al final de la vigencia, por lo que en caso de que el IPC estatal interanual supere el 2%, las tablas salariales se actualizarán con el valor diferencial resultante, con carácter retroactivo desde el 1 de enero.

Según se recoge en el acuerdo, ambas partes se obligan a iniciar negociaciones a partir de octubre para desarrollar las bases de un plan industrial que favorezca la eficiencia y la competitividad en el uso de los recursos con el objetivo de asegurar un proyecto de crecimiento sostenible y socialmente responsable.

Este convenio afecta a las filiales del grupo Freixenet, Castellblanch, Segura Viudas y René Barbier.

El nuevo equipo directivo de Freixenet, integrado por representantes de las tres familias propietarias, estaría preparando un plan estratégico para reducir su deuda, si bien sigue en el aire la posibilidad de un nuevo socio.