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El consumo repunta en quesos en libreservicio

La política de precios de la distribución se está viendo reflejada en el repunte del consumo

El consumo repunta en quesos en libreservicio

El precio en origen de la leche de vaca continúa protagonizando en gran medida la actualidad de la industria láctea europea, afectada en estos momentos por el comportamiento alcista en la cotización de su principal materia prima, todavía bajo los efectos del fin de las cuotas lácteas. Tras una primera etapa (2014-2016) de bajada continuada en los precios en origen, ya desde mediados del pasado ejercicio la tendencia empezó a invertirse, para terminar el año con un comportamiento inflacionista significativo. A lo largo de los primeros meses de 2017 la pauta de precio habría mantenido una mayor estabilidad, en tendencia ascendente, y se apunta que de cara al tramo final de año se podría experimentar un nuevo repunte en su cotización. La leche de cabra y oveja, sin embargo, continúan presentando precios bajos, si bien la leche de cabra habría repuntado a partir de primavera, mientras la leche de oveja seguiría ajena a este movimiento de recuperación.

Según se señala desde el sector, el punto de inflexión en la cotización de la materia prima estaría motivado en primera instancia por la bajada de la producción en algunos de los principales mercados de origen, como los Países Bajos o Alemania, y por otro lado, por el incremento del precio global de la mantequilla y las natas, lo que estaría incidiendo por extensión en el incremento de precios para el sector quesero. Para entender la importancia de los efectos de la fluctuación del precio de la leche en la industria quesera nacional basta con repasar sus cuentas de explotación, donde esta materia prima viene generando entre un 70% y un 80% del total de sus gastos, en función de la dimensión industrial de los operadores.

El consumo repunta en libre servicio

Lo cierto es que la política de precios de la distribución a lo largo de 2016 y los meses transcurridos de 2017 -condicionada en parte por determinadas promociones de precios muy agresivas y por el efecto del creciente peso del modelo discount-, unida a la progresiva recuperación de la confianza del consumidor, se está viendo reflejada en el repunte del consumo de queso en la distribución organizada y, tras varios años en retroceso, en el lineal de libre servicio.

Así, las diferentes mediciones que vamos recogiendo a lo largo del ejercicio muestran como el consumo se habría ido animando progresivamente durante los últimos meses. Podemos empezar este repaso con los datos de IRI para el año móvil finalizado a finales de febrero de 2016, cuando el consumo bajaba un 0,19% en volumen y crecía un 0,75% en valor, con un crecimiento del precio del 0,95%. Unos meses después, en la medición anual finalizada a mediados de septiembre, observamos como el precio registra una caída del 0,96%, y la evolución del consumo asciende al 1,54%, para un 0,57% en valor de mercado. En la última medición disponible, para el año finalizado en abril, con un precio un 1,22% inferior, el consumo sube ya un 3,54%, y un 2,28% el valor de mercado.

En cuanto al consumo en el lineal de libre servicio, que según los últimos datos de IRI representa dos tercios del total del consumo en la distribución organizada, por un tercio que se genera a través de la venta atendida, el dato disponible para el año móvil finalizado el 30 de abril habla de un crecimiento del consumo del 3,5%, para una evolución en valor de mercado del 3,6%. Es un dato similar al registrado en el acumulado de 2017 (enero/abril), con una progresión en volumen del 3,6%, para un crecimiento en valor de mercado 2,9%, y una bajada del precio medio del 0,7%. En todo caso, son datos significativamente mejores que los registrados un año atrás, cuando la consultora otorgaba al consumo en libre servicio un retroceso del 2,67% en el año móvil finalizado en febrero de 2016.

En este punto, hay que llamar la atención sobre el comportamiento de las marcas de fabricante, especialmente de las marcas líderes, que están sufriendo con respecto a años anteriores. Así, en el año móvil cerrado en abril, las marcas de fabricante habrían vivido una pérdida significativa de peso, pasando de copar el 47,3% del consumo al actual 44,8%. En valor de mercado, el recorte se ciñe a un punto porcentual, pasando del 56,4% al 55,4%.

La innovación continúa tímida en el lineal

En este contexto particular y englobado en un marco general donde la innovación y el valor añadido vienen presentando síntomas de recuperación en alimentación y bebidas, especialmente a partir del pasado ejercicio 2016, los líderes de la industria quesera han ido dando nuevos pasos en el desarrollo de sus catálogos, si bien es cierto que en la mayoría de los casos la innovación se ha basado más en el desarrollo de categorías ya exitosas que en lanzamientos realmente novedosos. Todo ello auspiciado por las palancas de crecimiento más consolidadas en el sector durante los últimos años, la salud, la naturalidad o la tradición, y el convenience.

En este sentido, el segmento sin lactosa, un clásico ya en este lineal que hasta la fecha ha venido funcionando como nicho, vuelve a recobrar en los últimos meses el interés de los grandes fabricantes, auspiciado por su renovado éxito comercial. Así, durante 2016 y 2017 Lactalis Forlasa, Entrepinares, García Baquero o Mantequerías Arias han presentado novedades bajo esta formulación, liderando el movimiento que también se ha extendido a otros operadores de menor tamaño con una orientación salud en su portfolio, como Quesería Ibérica (‘Santé’), Palancares o ‘Quescrem’. En el caso de Lactalis, lanzaba su versión de queso fresco sin lactosa, que viene a ampliar la gama sin lactosa de ‘El Ventero’, mientras Entrepinares situaba en los lineales de Mercadona su versión de queso crema untable sin lactosa. García Baquero, por su parte, unía este concepto a su exitosa línea ‘Ya Cortado’, mientras Mantequerías Arias, a través de su enseña de referencia ‘Burgo de Arias’, lanzaba su versión de queso fresco sin lactosa.

Más allá de estas tres grandes tendencias, como decimos ya consolidadas y en las que las firmas tratan de ensanchar su éxito, la recuperación de la confianza del consumidor se estaría traduciendo en el resurgir de dos tendencias que fueron abandonadas en buena medida durante los años más duros de la crisis. Por un lado, fuentes del sector señalan la recuperación de los formatos tapas o picoteo, con la vuelta a los lineales de los surtidos, como ha sido el caso de la entrada de una referencia de surtido de Juan Luna en Mercadona, o la presentación de la bandeja de tres quesos DOP por parte de Alianze, o la proliferación de formatos snacking, donde se empiezan a posicionar nuevos fabricantes, como Arla o Mantequerías Arias. Por otro lado, también vuelven las especialidades de quesos internacionales con alto valor añadido, en respuesta a una demanda premium creciente que busca nuevas experiencias. Así, también se detecta una oferta creciente en especialidades italianas, francesas o suizas que tratan de cubrir potente nicho de valor.

La competencia continúa creciendo

En el capítulo industrial, el proyecto que continúa protagonizando el mayor interés en el sector es el que finaliza en estos momentos en Ólvega (Soria) Coop. Saiona, que, atendiendo a las previsiones que maneja la compañía a medio plazo, está llamado a generar un importante foco de competencia en el mercado de quesos convenience de importación y nacionales, actualmente dominado por los grandes industriales europeos junto a los principales operadores nacionales, como TGT, Entrepinares, Campina, Arla, o los especialistas Juan Luna y Millán Vicente. La planta, que contempla una capacidad de producción en el entorno de las 25.000 t anuales, un volumen sólo al alcance del “top 10” de los fabricantes del ranking nacional, va a empezar la elaboración de queso tipo barra y sus derivados, loncheados y rallados, basados en referencias internacionales de gran consumo tipo edam, gouda, havarti o emmental, de elaboración propia, que generarán alrededor del 60% de su producción, mientras el restante 40% se destinará a la elaboración de barra con queso mezcla, principalmente, y oveja. Saiona preve completar su producción con partidas de mantequilla acogida a la DO Mantequilla de Soria.

Otra de las grandes apuestas industriales de los últimos meses ha sido la ejecutada por Grupo TGT en Guadamur (Toledo), en la planta explotada por su filial Lácteas Toledo, con una inversión de 10 M€, finalizada recientemente. La planta, especializada en la elaboración de quesos de pasta prensada tipo mezcla, oveja y cabra, ha sido remodelada en un 95% de su estructura, lo que va a suponer un significativo incremento en su potencial productivo, así como en el área de almacenaje. Por otro lado, la actualidad de TGT pasa por el anuncio el pasado mes de mayo de la próxima construcción de una planta de elaboración en Cuba, que se prevé que entre en funcionamiento en 2019. Según fuentes de la compañía, esta apuesta internacional contará con una capacidad de producción de 15.000 t anuales, que deberían encontrar mercado en un 60% en el propio mercado cubano, para exportar el resto a los mercados limítrofes.



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