El grupo Codorníu Raventós cerró el primer semestre del curso 2017/2018 con unos beneficios de 11 M€, un 61% más que en el mismo periodo del curso anterior, en el que, en el cómputo global, logró una facturación de 235 M€.

Estos réditos son resultado del cambio estratégico realizado por la compañía en los últimos años, que le ha llevado a enfocar su negocio hacia el valor, dejando de esta forma, por ejemplo, la producción de marcas de MDD. Este negocio representaba el 20% de sus ventas de cava y el 5% de sus ingresos totales y su abandono provocó el cierre por parte del grupo de varias líneas de producción, lo que llevó a la compañía a presentar un ERE a mediados de 2017. En un inicio, este expediente iba a afectar a más del 10% de sus trabajadores (93 de un total de 900 empleados). Finalmente, las negociaciones con los sindicatos redujeron esta cifra a 71 .

Tras el cambio de rumbo, los vinos y cavas de alta gama ya representan el 55% de la facturación global del grupo, porcentaje que se espera que se eleve hasta el 62% al término del presente curso fiscal el próximo 30 de junio. Sir más lejos, e n tan solo tres años las gamas premium/prestige, en las que figuran marcas como ‘Viña Pomal’, ‘Anna de Codorniú’, ‘Legaris’ o ‘Raimat’ han incrementado sus ingresos en 20 M€. Para Javier Pagés, CEO del grupo Codorníu Raventós, estos datos demuestras que el grupo “está en el camino correcto. El cambio de estrategia iniciado en 2015, fundamentada en una mejora de los márgenes por precio, mix y eficiencias está suponiendo un aumento por botella superior al doble dígito”.

Por categorías, sus ventas de cava -que representan aproximadamente el 50% de su facturación- crecieron un 3% en el mercado nacional entre julio y diciembre, por encima incluso de los datos que otorga IRI para la categoría (2,3%), gracias principalmente al avance de ‘Anna’, cuyas ventas crecieron un 5% pese a contar con un precio dos veces superior al promedio del mercado.

En cuanto a los vinos tranquilos, los ingresos también evolucionaron en positivo (+7%) en España, con lo que esta categoría suma ocho años de crecimiento, habiendo duplicado la facturación alcanzada en 2009, gracias a la evolución de Bodegas Bilbaínas (Rioja) -que ha doblado su facturación en los últimos años-, Legaris (Ribera del Duero) y Séptima (Argentina), que la han cuadruplicado.

La buena marcha en España, pese a la situación de incertidumbre políticia y jurídica en la que se encuentra Cataluña, que llevó incluso al grupo a trasladar su sede social el pasado mes de octubre desde Espluges de Llobregat (Barcelona) a La Rioja, se suma a la progresión del grupo en el exterior. Actualmente, el área internacional representa el 47% de las ventas, tras haber registrado notables crecimientos en las gamas más altas tanto en cava como en vino, siendo especialmente destacado el avance experimentado por su gama ‘Anna’, que ha sextuplicado sus venta fuera de nuestras fronteras desde antes de la crisis.

Relevo en la dirección

El anuncio de los resultados del primer semestre del ejercicio coinciden con el del futuro relevo en la dirección del grupo a finales de 2018. Tras más de cuarenta años en la compañía, y una veintena como presidenta de la compañía, M ar Raventós cederá entonces el timón al actual CEO, Javier Pagés Font, lo que abrirá un proceso de selección para elegir nuevo director general.