La industria de bebidas refrescantes, representada por Anfabra, avanza en el compromiso de reducir el consumo de materiales y minimizar el impacto asociado a su producción y consumo incorporando criterios de sostenibilidad en el diseño de los envases. De ese modo, la reducción del peso de los envases en los últimos siete años (2000-2017) ha sido del 17% en las botellas de PET de 500 ml, del 14% en lasde 1 l y del 15% en las de 2 l; del 35% en las latas de aluminio y del 14% en las latas de acero de 33 cl. Desde 2003 el sector ha conseguido así ahorrar un total de 29.235 tm de materia prima. Entre otros objetivos, el sector se ha marcado que para 2025 el 100% de las botellas de PET sean reciclables y que contengan un mínimo de 25% de material reciclado.
Entre las medidas más recientes que están poniendo en marcha las empresas podemos citar el caso de Pepsico, que ha reducido un 15% el peso de la preforma de sus botellas de PET de 500 ml, manteniendo las misma resistencia y vida útil del envase. Eso supone reducir 53.000 kg de plástico al año. A su vez, ha incorporado tapones de plástico más ligeros en las botellas, ahorrando 42.000 kg de polietileno (PE) anuales.
Por su parte, Coca-Cola está reduciendo el uso de las anillas agrupadoras de plástico (Hi-Cone) y se han realizado mejoras en los films con los que se envuelven dichos envases, optimizando también el paletizado. Su objetivo es eliminar el 43% de los agrupadores de anillas, de modo que el 88% de su volumen de bebidas llegue al mercado sin ellas. También ha reducido el peso de sus envases de vidrio "contour" para la marca 'Coca-Cola' y en el modelo "slide" para 'Fanta', en ambos casos para hostelería y con una merma de peso del 21%.
En Schweppes Suntory también han disminuido el peso de diferentes materiales, por ejemplo en los tapones metálicos twist-off un 20% de peso, así como en las botellas de PET, de modo que en 2016 redujeron más de 184.000 kg. Mientras, la asturiana Industrial Zarracina ha disminuido el grosor del film sescundario de la bandeja y el palet pasando de 75 a 60 micras. El resultado ha sido un 12% de ahorro en el consumo de plástico anual. También ha reducido el grosor de las tapas de las latas (-1% de aluminio por tapa), por lo que ha tenido que modificar las líneas de producción.
Por otro lado, la catalana Sanmy ha sacado nuevas botellas de sifón más ligeras, pasando de 48 a 43 g. En un año se han reducido 1.825 kg de PET. Para el supersifón de 1,5 l ha reducido el diámetro de la base cup en 4 mm (0,2 g), con un ahorro de 800 kg de polipropileno (PP) al año. Estas mejoras han impolicado la compra de una sopadora, así como nuevos moldes. Por último, Gaseosas Gil ha modificado la soldadura de la máquina que envuelve con film estirable los palés para disminuir el espesor del plástico. Para ello, ha cambiado las placas de hierro de la máquina por una de aluminio que hay que calentar menos. El ahorro en su caso es del 20% de enregía y uso de plástico de embalaje.
