La Asociación Española de Comerciantes y Envasadores de Miel (ASEMIEL-ANIMPA) ha emitido un comunicado para aclarar al consumidor las diversas informaciones que se están publicando estos días en diversos medios de comunicación, en relación a la miel de importación, etiquetado y posibles adulteraciones. Según esta patronal, la UE necesita importar un 40% de la miel que se consume en el territorio y lo mismo ocurre en España donde no se produce la suficiente para cubrir el consumo y la exportación. Toda la miel comercializada en España, independientemente del origen, tiene todas las garantías de autenticidad y pureza. Así, explica la asociación, la UE, antes de autorizar la importación de un país tercero, realiza auditorías en origen para asegurarse de que los productos que entran en Europa tienen todas las garantías. A estos productos se les exige los mismos estándares de calidad que a los producidos dentro de la UE. En el proceso de importación las autoridades aduaneras son muy estrictas en el control de las entradas, realizando controles de calidad previos a su acceso a territorio europeo. Los envasadores españoles trabajan junto con las administraciones para conseguir un control total y exhaustivo de todas las mieles importadas.

Según apunta ASEMIEL-ANIMPA5, el estudio más reciente realizado en España por Laboratorios Apinevada demuestra que el 97% de las muestras analizadas cumplía con los estándares legales y de calidad y que las grandes marcas del mercado ofrecían un alto cumplimiento, lo que no ocurría en algunos pequeños envasadores.

Respecto al etiquetado, la asociación explica que cuando se trata de miel española siempre estará identificada como tal. En el caso de que se trate de una combinación de mieles de diferentes orígenes la mención podrá sustituirse por una de las siguientes, según proceda: “mezcla de mieles de la UE”, “mezcla de mieles no procedentes de la UE”, o “mezcla de mieles procedentes de la UE y no procedentes de la UE”. Desde el sector se está trabajando con las autoridades a nivel europeo para dar más información del origen a los consumidores. Es muy importante que esta norma sea de aplicación comunitaria para conseguir que toda la miel a disposición de los consumidores refleje los países de origen. En caso contrario, miel envasada por empresas europeas y vendida en España, no identificarían los orígenes.

En lo que respecta al sector, la patronal afirma que vive un buen momento. "En diez años hemos pasado de tener en España 2 M de colmenas a 3 M. Es un sector saneado, con mucha inversión y ayudas (más de 33 M€ en subvenciones en 2017)". Igualmente, se insiste en que es imposible detectar miel adulterada mediante pruebas caseras. Sólo laboratorios especializados, con técnicas acreditadas y personal formado pueden realizarlas.

Por otro lado, la Asociación Profesional de Apicultores Extremeños (Apaex) ha pedido al Gobierno que modifique la actual normativa y obligue a detallar en el etiquetado de la miel envasada su país de origen y el porcentaje de cada una de las mieles que la compongan. Según Apaex, el Ministerio de Agricultura trabaja en un Proyecto de Real Decreto para establecer un etiquetado más detallado y ha abierto una consulta pública previa para garantizar una «información completa» sobre su origen y no inducir a error a los consumidores en relación con la calidad del producto. Sin embargo, Apaex considera que el Gobierno podría quedarse a medio camino si en el caso de las mezclas -que es la miel envasada que mayoritariamente se encuentran los consumidores en los lineales, apunta-, se pudieran indicar únicamente los países de origen y se ordenasen en orden decreciente según la cantidad de miel que cada uno de ellos aporta a la mezcla final, obviándose así un dato muy determinante como es el porcentaje exacto por país.