La bilbaína Cervezas La Salve, participada en un 42,9% por Mahou San Miguel, ha cerrado el ejercicio 2018 con 1,8 Ml comercializados, el 65% de ellos en Euskadi y con una facturación de 2,1 M€. Estas cifras suponen un incremento del 30% en volumen y del 40% en valor respecto al año anterior. A este afianzamiento de la empresa ha contribuido, por una parte, la puesta en marcha de su nueva fábrica en Bilbao inaugurada en marzo del pasado año; sus productos km 0 de alta calidad y la buena valoración de la marca por parte de los consumidores de Euskadi, afirman en su comunicado.

La fábrica, que ha arrancado con tres productos nuevos en formatos de barril y tercio, se sitúa a la vanguardia de las cerveceras europeas y produce en estos momentos a un ritmo de 200.000 l de cerveza km 0 al año. Se trata, además, de una marca muy valorada, tal y como reflejan los datos del barómetro sobre el consumo de cerveza en Euskadi (dirigido por el Dr. Joseba A. Etxebarria, profesor de la UPV/EHU) y en cuyos resultados destaca que 'La Salve' es la segunda marca preferida por los consumidores en Bizkaia y la tercera de Euskadi. Además, la marca tiene ya presencia en Cantabria, La Rioja, Navarra, Asturias, Alicante, Mallorca, Madrid y Barcelona.

En palabras de Eduardo Saiz Lekue, director de cervezas La Salve “hemos cumplido nuestro objetivo de crecimiento en 2018 y nos proponemos crecer un 30% más en 2019 y alcanzar los 2,4 Ml comercializados. Todo esto es posible porque tenemos una base sólida sustentada en la innovación de productos km 0, calidad, anclaje al entorno más cercano y control de toda la cadena de valor con la implantación de la fábrica en Bilbao”.

Productos locales y en alianza con colaboradores

En esta línea, el plan de crecimiento de La Salve estará basado en la innovación de producto, ya que la empresa tiene previsto lanzar novedosos productos en los próximos años de la mano de colaboradores locales con los que ya trabajan. También, quieren sacar productos elaborados con lúpulos autóctonos, de hecho, la empresa mantiene un acuerdo con Intermalta, que le ha suministrado en 2018 unos 950.000 kg de cebada alavesa.

En esta misma línea, La Salve junto a otros socios cerveceros locales tiene un proyecto para recuperar las plantaciones de lúpulo en Euskadi. De esta forma se pone en marcha hace casi dos años el primer ensayo de variedades de lúpulo en una parcela situada en Berantevilla, Álava. El plan de crecimiento define por tanto el compromiso en clave de competitividad y desarrollo empresarial mediante un producto cercano, en compromiso con los productores locales y con respeto al medioambiente.