A lo largo de este 2020, Castilla-La Mancha dará a conocer una nueva enseña bajo la que se comercializarán los productos amparados en las 47 figuras de calidad existentes en la comunidad. Tal y como ha anunciado Francisco Martínez Arroyo, consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, durante la celebración de la jornada 'El Supermercado y la Vertebración Territorial en Castilla La Mancha, organizada por Asedas, Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados, y Asucam, Asociación de Supermercados de Castilla La Mancha, esta nueva marca podrán utilizarla las empresas que cuenten con denominaciones o indicaciones geográficas protegidas. Martínez Arroyo ha resaltado en este encuentro que el 47% de los consumidores se decanta por los supermercados a la hora de realizar sus compras y “para nosotros es muy importante que en sus lineales se encuentren lógicamente los productos de Castilla-La Mancha y, principalmente, nuestros mejores productos: las denominaciones de origen e indicaciones geográficas protegidas". De ahí que se haya pedido el apoyo de la distribución para dar a conocer la nueva marca, cuyo nombre se dará a conocer durante su presentación.
En la jornada, Jesús Alique, comisionado del Reto Demográfico de Castilla La Mancha, puso de manifiesto algunos de los pilares necesarios para atraer población a las zonas rurales y asegurar la igualdad de derechos: el acceso a la vivienda, el transporte, la banda ancha y la actividad económica. Por su parte, Sara Bianchi, secretaria general Técnica de SSPA –Áreas Escasamente Pobladas del Sur de Europa-, puso el ejemplo de Escocia, que ha conseguido asentar población en zonas rurales gracias a unos buenos servicios básicos y a la creación de puestos de trabajo estables. Asedas y Asucam, cuyo objetivo es contribuir a que la necesidad básica de tener acceso a una alimentación completa, variada, segura y a precios competitivos llegue también a las personas que optan por vivir en municipios pequeños y apartados, señalaron que la totalidad de la población española tiene al menos un supermercado a menos de 15 minutos de sus casas, lo que implica que en España no se dé el fenómeno de los “desiertos alimentarios”. Del total de aperturas de autoservicios y supermercados en los últimos cinco años, según las entidades, el 22,6 % se localiza en municipios de menos de 10.000 habitantes, muchas de ellas en forma de franquicias. La provincia de Cuenca, la más despoblada de España junto con Soria y Teruel, tiene una ratio de habitantes por supermercado de 1.470, frente a los 1.686 de Castilla-La Mancha y los 2.028 de la media de España, lo que implica que el esfuerzo de mantener un supermercado en zonas rurales es mayor que en entornos urbanos.
Tanto Ignacio García Magarzo, director general de Asedas, como Rafael Ruiz Alonso, presidente de Asucam, han subrayado que las razones de la alta capilaridad de la red de supermercados residen en la fortaleza de las cadenas regionales que, ayudadas por las centrales de compra, introducen un elemento de equilibrio en la cadena que les permite competir en surtido, calidad y precio. Además, cabe destacar el impacto en la economía rural tanto a través de la creación de empleo directo como del apoyo a los productores locales, que "encuentran canales de comercialización de proximidad para sus productos que, a su vez, aportan un elemento diferenciador a los supermercados regionales".
