El sector alimentario encaraba 2020 con optimismo, en especial tras los buenos resultados conseguidos en el año anterior. Pero entonces llegó el Covid-19. “El mundo entero ha cambiado en unos meses y la industria de alimentación y bebidas también ha comenzado a sufrir la crisis del coronavirus. Este año tendremos un gran impacto en empleo, producción y exportaciones y esperamos empezar a recuperarnos el año que viene. Confiamos que en 2022 volvamos a cifras similares a las de 2019”, afirma Mauricio García de Quevedo, director general de Fiab.

La producción industrial del sector alcanzó los 119.224 M€, lo que supone un crecimiento del 2% una vez descontada la inflacción. Un buen dato, máxime si tenemos en cuenta que el ejercicio anterior se cerró en plano, con sólo una décima de crecimiento. Sin embargo, la pandemia podría provocar una caída de entre un 3,8% y un 8%. El peor de los escenarios contemplados -con un rebrote del coronavirus- causaría unas pérdidas en producción de 10.000 M€, colocando al sector en números anteriores a 2016.

Además, se estima una pérdida de entre 4.000 y 11.000 empleos directos que pondrían fin a la serie de seis años consecutivos de creación de puestos de trabajo. En 2019, la industria alimentaria alcanzó los 436.700 afiliados a la Seguridad Social, un 2,5% más que en el ejercicio previo. La crisis provocaría también el cierre de unas 800 empresas, la mayoría pymes, un2,6% de las operativas antes de la pandemia.

“El cierre del canal horeca y la paralización del turismo afecta gravemente a nuestra industria, que destina un 30% de su oferta a la hostelería. Incluso muchas de nuestras empresas destinan la totalidad de su producción a este canal y algunos sectores más del 80% de su facturación”, afirma el director general de Fiab, Mauricio García de Quevedo.

Malas previsiones para la exportación

Las exportaciones crecieron un 6,1% en 2019, llegando a los 32.363 M€ (no incluye el grueso de las exportaciones hortofrutícolas, que no son consideradas producto industrial) pese al complejo escenario internacional al que contribuyeron el Brexit o la política arancelaria de Estados Unidos. Si sumamos a este avance el retroceso en las importaciones, el resultado es que el saldo comercial se disparó hasta los 9.644 M, con un crecimiento del 20% frente a 2019. Unos datos que difícilmente podrán repetirse en 2020. García de Quevedo asegura que "esta pandemia ha provocado una crisis económica mundial que causa una bajada de la demanda de productos de alta calidad como los españoles”.

Paliar los efectos de la crisis

Fiab ha presentado al Gobierno una serie de medidas para la reactivación económica con propuestas de ámbito económico y fiscal; para el fomento y la protección del empleo; de apoyo a la exportación; para impulsar el consumo y el trinomio Alimentación-Gastronomía-Turismo; de competitividad y sostenibilidad industrial; así como de apoyo a la I+D+i. Además, junto a Hostelería de España y Aecoc ha constituido una Plataforma de apoyo a la hostelería para reactivar este sector imprescindible para el conjunto de la economía española y de vital importancia para la industria de alimentación y bebidas.