El sector del vending atraviesa una situación muy complicada tras la irrupción del Covid-19. La crisis sanitaria ha puesto contra las cuerdas a las empresas distribuidoras, cuyas ventas han sufrido un brusco descenso a causa del confinamiento, las restricciones de movilidad y el teletrabajo.
La afectación ha sido de tal envergadura que muchos operadores se han visto obligados a llevar a cabo una profunda reestructuración del negocio, incluyendo ajustes en las plantillas para capear el temporal. Aunque aún es pronto para realizar predicciones, la mayoría de las compañías consultadas piensan que esta crisis sin precedentes acelerará el proceso de concentración que ya vivía el sector.
La crisis sanitaria ha obligado a las empresas distribuidoras a reinventarse a todos los niveles para atajar los efectos de las restricciones de movilidad y el impacto del teletrabajo. Una tormenta perfecta para una industria que registraba un crecimiento sostenido desde el inicio de la recuperación económica en nuestro país.
Yolanda Carabante, gerente de la Asociación Nacional Española de Distribuidores Automáticos (Aneda), explica que hasta el mes de octubre la caída en las ventas de los operadores se situaba en torno al 40%. A esta situación dramática hay que sumar la escasa actividad del vending público, con hospitales a los que solo acudían pacientes, colegios y universidades cerrados y lugares de tránsito de aeropuertos y estaciones bajo mínimos.
Según la gerente, ya en el mes de julio las empresas estaban cerca del 60% de su actividad, porcentaje que podría variar debido a las nuevas restricciones de movilidad y aforo impuestas para atajar la expansión de la pandemia. Delikia, por su parte, señala que las máquinas en aeropuertos o estaciones, que aportaban un tercio del negocio, ahora apenas llegan al 6%, mientras que las oficinas han perdido cinco puntos de cuota, hasta el 12%, después de caer sus ingresos a la mitad.
Tres son las afectaciones que deja esta profunda crisis: la generalización del teletrabajo, la repercusión de los ERTE y las restricciones de acceso y aforos. A estos factores negativos hay que añadir la circunstancia de que algunas empresas han abierto con una jornada reducida o con turnos para garantizar la distancia social, por lo que el consumo en ellas es mínimo.
Para la gerente de Aneda, es probable que la coyuntura actual comporte una mayor concentración de los actores que conforman la industria del vending. No obstante, puntualiza, el sector ya se encontraba antes de la llegada del Covid-19 dentro de este proceso.
La crisis sanitaria, según Selecta, líder del sector, ha afectado a clientes cuyo número de usuarios ha descendido por las reducciones de personal, la llegada del teletrabajo como opción permanente y la implementación de los planes para evitar los contagios. También las universidades, centro educativos y de ocio han sido los más afectados por sus políticas de reentrada y el creciente auge del e-learning, que ha cambiado de forma permanente su forma de operar. A todo ello hay que sumar la afectación en los grandes offices, por el teletrabajo, y en los hospitales y centros médicos, dado que las teleconsultas han contribuido a la movilización de usuarios a la “atención remota”.
Esta información forma parte del último informe del sector vending publicado por Alimarket, al que se puede acceder a través de este enlace.







