La firma Norcantabric, integrada por un grupo de empresarios mexicanos de origen cántabro, ha iniciado las pruebas para la puesta en marcha de una piscifactoría de salmones en Ramales de la Victoria (Cantabria). Un proyecto que lleva gestándose varios años y que contempla una inversión de 31,4 M€ en la que será la primera planta en España para la producción de salmón atlántico bajo un Sistema de Recirculación en Acuicultura (RAS).

Inicialmente, la empresa ha adquirido 50.000 huevas con el objetivo de producir ente 120 t y 250 t en una primera fase, aunque la planta está proyectada para alcanzar las 3.000 t anuales cuando esté al 100%, es decir, entre un 4-5% del consumo del salmón en España, que se sitúa sobre las 70.000 t anuales y mueve alrededor de 300 M€

El Gobierno de Cantabria colabora con el proyecto con una aportación de 3 M€, 2 M a través de la Dirección General de Pesca (Fondo Europeo de la Pesca) y 1 M a través de Sodercan. El presidente regional, Miguel Ángel Revilla, ha inaugurado esta primera fase que, además, supondrá la creación de alrededor de medio centenar de puestos de trabajo en la zona y que, según ha dicho, es una “gran noticia para Cantabria”, informan en un comunicado.

El CEO de Norcantabric, Emilio Cano, ha valorado el apoyo del Gobierno cántabro y del resto de instituciones y ha anunciado que en 22 meses saldrá al mercado la primera producción de salmones del Asón.

La empresa se ha levantado en una parcela de 25.000 m2 en el Parque Empresarial Alto Asón, ubicado en la localidad de Riancho. La primera fase consta de tres áreas básicas para la producción (incubación, primera alimentación y Nursery o guardería), mientras que la segunda fase, prevista para el año que viene, consistirá en la construcción de la planta de engorde, donde los ejemplares alcanzarán los 4-5 kg de peso.

Las instalaciones utilizan el sistema RAS (Recirculation Aquaculture System), el más avanzado del sector. Los peces serán cultivados bajo un proceso automatizado y alimentados con nutrientes naturales y libres de cualquier tipo de antibióticos, patógenos, hormonas u otros materiales artificiales. Este sistema emplea la innovadora tecnología de la empresa danesa Alpha-Aqua, que permite un coste de agua muy bajo, menor consumo energético, ahorro en alimentación, tiempos de ciclos de crecimiento más cortos y tasas de mortalidad más bajas, sostienen desde la firma.