Grupo Osborne acaba de celebrar su Junta General de Accionistas en la que se han aprobado las cuentas del último ejercicio y en la que se ha informado del nombramiento de Sofía Osborne Coloma como Presidenta de la compañía, como estaba previsto en el protocolo de sucesión, tomando el relevo de Ignacio Osborne Cólogan, presidente del grupo desde 2017 y, previamente, Consejero Delegado entre los años 1996 y 2017.

En relación a las cuentas presentadas, Osborne ha cerrado 2022 con unas ventas netas de 241 M€, frente a los 211 M con que concluyó el año anterior, lo que supone un incremento del 14%; mientras que el ebitda alcanzó los 38,6 M, un 9% por encima de los 35,3 M de 2021.

En su comunicado, Grupo Osborne ha querido poner en valor que "los resultados de 2022 muestran que la empresa ha reforzado su posición respecto a 2019, último año anterior a la pandemia". En concreto, en este periodo, y tras el altibajo de 2020 producido por los efectos del cierre de la hostelería, se han incrementado las ventas (que en 2019 fueron de 222 M) y el ebitda y se ha reducido la deuda bancaria en más de un 50%.

Los resultados obtenidos al cierre del último ejercicio fiscal fueron acompañados "de un mayor peso de las ventas procedentes de marcas propias, del negocio internacional y de las marcas más prémium del portafolio sobre la cifra total del negocio, en línea con el Plan Estratégico de la compañía", ha explicado Osborne, que ha hecho hincapié en que las buenas cifras han sido posibles "a pesar de que la compañía sólo ha repercutido parcialmente en sus precios la importante subida de costes industriales".

Inversiones de 10 M€

El citado Plan Estratégico del grupo tiene como principales objetivos: el refuerzo del portafolio de marcas, la internacionalización (las exportaciones supusieron el 36% de las ventas 2022), la digitalización, la consolidación industrial, la revisión del modelo comercial y llegada al mercado, la desinversión de activos no estratégicos, el refuerzo de la organización y cultura internas, y el ejercicio de la responsabilidad social corporativa canalizada prioritariamente a través de la Fundación Osborne.

Todo ello acompañado de un potente plan de inversiones, que en 2022 superaron los 10 M€, orientado a reforzar la eficiencia en las operaciones y a asegurar los objetivos de sostenibilidad de la compañía. Precisamente el grupo presentaba recientemente un balance de sus principales acciones en esta materia, que define como "eje principal de su plan estratégico y un elemento transversal en toda la gestión de la compañía”.

El grupo, que en 2022 consiguió la Certificación QSostenible en todas sus plantas de producción, detallaba en este sentido acciones relacionadas con energías limpias y bienestar animal.