En octubre de 2020, el Parlamento Europeo se posicionaba en contra de la aprobación de las enmiendas 165 y 171, que proponían impedir el uso de las denominaciones tradicionales de los productos cárnicos en la comercialización de sus alternativas vegetales. Desde entonces, los países de la Unión no pueden impedir que las empresas que elaboran alternativas vegetales a productos cárnicos utilicen términos genéricos, como salchicha o hamburguesa. La decisión contrastaba diametralmente con la adoptada 3 años antes y que prohibía el uso de denominaciones tradicionales del sector lácteo en la comercialización de las alternativas vegetales en esta categoría. Es decir, a día de hoy 'Heura' o 'Garden Gourmet' pueden comercializar "hamburguesas", pero 'Yosoy' o 'Violife' no pueden vender "leche" ni "queso".
El pasado mes de octubre de 2024, el TJUE ahondaba en este posicionamiento, al determinar nuevamente que ningún país miembro de la Unión puede prohibir que los alimentos elaborados con proteínas vegetales sean comercializado con nombres equivalentes a alimentos tradicionalmente cárnicos, dictaminado que si la información facilitada en los productos cumple con los criterios del Reglamento Europeo 1169/2011, se protege de modo suficiente al consumidor. Unos meses después, el Consejo de Estado de Francia, uno de los socios europeos más activos contra el uso de las denominaciones cárnicas, anulaba los dos decretos impulsados por el gobierno francés en 2022 y febrero de 2024 que pretendían prohibir el uso de nombres tradicionalmente relacionados con productos cárnicos. La situación actual es esta.
Sin embargo, si atendemos a las últimas declaraciones de Giuseppe Aloisio, director general de ANICE, la asociación nacional que representa a más de 600 empresas del sector cárnico, de ahí a que el sector de su brazo a torcer parece quedar un largo trecho. "Ha llegado la hora de acabar con la hipocresía y el engaño a los consumidores y que cada cosa se llame por su nombre. Es el momento de proteger y tutelar el trabajo del sector ganadero-cárnico europeo y definir claramente que los ultraprocesados vegetales no puede apropiarse de lo que no les corresponde. Es de justicia y sentido común”. El documento señala además esa dicotomía existente entre los sectores cárnico y lácteo. "Es necesario extender la protección que ya existe en el sector lácteo, recogida en el Reglamento (UE) 1308/2013, al resto de productos de origen animal para garantizar la coherencia normativa y proteger así a los consumidores".
Estas declaraciones llegan en el contexto de la enésima ofensiva legislativa propuesta ante la Comisión Europea para "actuar con urgencia para reforzar la protección de las denominaciones de alimentos de origen animal". En esta ocasión, son 12 de los 27 socios los que se ha unido para trasladar la necesidad de implementar ""un etiquetado transparente que evite inducir a error al consumidor sobre la naturaleza y el valor nutricional de los productos sustitutivos, entre ellos los que imitan a la carne". Los estados firmantes de esta petición son Chequia, Austria, Hungría, Italia, Eslovaquia, Francia, Irlanda, Luxemburgo, Malta, Portugal, Rumanía y España. La solicitud se abordará en el contexto de la próxima revisión del Reglamento de la Organización Común de Mercados (OCM).
Vegeta/es presenta su compromiso por una comunicación transparente y responsable
La respuesta de la Asociación Española de Productores de Alimentos y Bebidas Vegetales (Vegeta/es) no se ha hecho esperar. "El consumidor actual no solo busca productos saludables, sino también honestidad y coherencia. Por eso, en Vegeta/es creemos que una comunicación clara y responsable es clave para generar confianza. Nuestro Observatorio de Alimentación muestra que el 76,9% de los consumidores distingue con facilidad entre productos de origen vegetal y animal, y más del 80 % considera adecuados términos como ‘hamburguesa vegetal’ o ‘bebida vegetal’. Apostamos por seguir en esta línea para impulsar una alimentación más consciente y respetuosa", afirmaba Natalia Berenguer, embajadora de Vegeta/es.
Estas palabras se enmarcan en la presentación de su 'Compromiso por una Comunicación Transparente y Responsable del sector Plant-Based', una declaración conjunta suscrita por las empresas del sector plant-based asociadas en España (Alpro, Biogran, Frías, Garden Gourmet, Iparlat, Liquats, Oatly, Sojasun, Soria Natural, Vivesoy y Zyrcular Foods), con el objetivo de reforzar las buenas prácticas en materia de transparencia, etiquetado, denominación e información al consumidor. En resumen, este compromiso aboga por un etiquetado claro y transparente, que refleje de forma inequívoca el origen vegetal de los ingredientes, utilizando un lenguaje veraz, no engañoso y alineado con las expectativas de quienes eligen alternativas vegetales en su alimentación. A la vez, defiende el cumplimiento riguroso del marco normativo nacional y europeo en el uso de denominaciones comerciales, apostando por una convivencia constructiva entre productos de origen vegetal y animal.