Un nuevo movimiento corporativo sacude el mercado del helado a nivel internacional, ya que el sector está dando pasos para reorganizarse y garantizar su rentabilidad. El grupo italiano de chocolates Ferrero quiere crecer y desarrollar sus marcas propias de helado en Europa y ha elegido la fábrica de su filial Ice Cream Comaker, en Alzira (Valencia), para convertirla en su hub estratégico. Para lograrlo destinará 140 M€ en los próximos cinco años, a la vez que abandonará la elaboración de enseñas de la distribución, el core de su negocio hasta ahora. Una decisión arriesgada y a contracorriente del resto de operadores del sector que, salvo excepciones como es el caso de The Magnum Ice Cream, destinan gran parte de su negocio a este tipo de referencias. Solo en España, la MDD supone más de dos tercios de las ventas en valor de helados en el retail.






