Con datos contabilizados hasta el pasado mes de octubre, el sector de bebidas espirituosas habría sufrido un recorte de entre el 1,5% y el 2% en el volumen de sus ventas en los primeros 10 meses del año, según datos aportados por Bosco Torremocha, director general de la asociación Espirituosos España, quien se muestra cauteloso para el cierre del año 2025. Con todo, según apunta Torremocha, “habrá que esperar al mes de febrero para saber exactamente qué ha pasado en estos meses porque octubre no es un hito para el sector”. El año 2025 arrancó mal para el mercado de bebidas espirituosas y que, tal como desgrana Torremocha, fue encadenando malos resultados tras la Semana Santa fallida y un verano por debajo de las expectativas inicialmente marcadas.
Este descenso del consumo en 2025 supondría el tercer año de caída en las ventas de bebidas espirituosas del mercado español, tras los descensos protagonizados en 2024 y 2023, y se habría producido tanto en hostelería como en gran distribución, con especial incidencia en el primero de estos canales, el “core business” de los licores españoles. Todo ello pese a los buenos datos arrojados por el turismo, con resultados muy positivos que se conjugan con la búsqueda y el establecimiento de un turismo diversificado, de mayor calidad y más amable con el ciudadano local.
Arrancan 2026 con incertidumbre, pero con optimismo ante el futuro
En este contexto, la incertidumbre marca de manera evidente las previsiones de cara a 2026, que en principio sitúan la evolución del mercado nuevamente a la baja, con amenazas palpables en el terreno internacional -con el conflicto de Ucrania aún latente y sin visos de solución al menos en el corto plazo- y un importante problema con los aranceles que gravan las referencias españolas, con especial dureza en el caso de EEUU y China.
Con todo, el sector “es optimista de cara al futuro” por una serie de criterios, como son la favorable valoración de la propuesta de calidad de España por parte del turismo internacional; la disponibilidad de herramientas que permiten monitorizar qué está pasando para adaptarse a los cambios; la positiva valoración del producto por parte del consumidor y la fortaleza del mercado español a nivel internacional.
Análisis profundo de los cambios en los hábitos de consumo
En cuanto a los hábitos de consumo, Torremocha pone en valor el profundo análisis que desde el sector se está llevando a cabo para desgranar y comprender los cambios que se están produciendo en el consumidor. Y es que, apunta, si bien los españoles no han dejado de socializar, lo cual es una muy buena noticia para el sector, se observa la tendencia hacia un menor número de salidas y reducción de ticket medio. “Se trata del ejercicio de análisis más ambicioso que hemos llevado a cabo en el sector. Llevamos seis meses analizando y los próximos tres meses nos servirán para sacar conclusiones e intentar averiguar todas esas realidades que necesitamos conocer”, apunta el director general de la asociación.
Auge del vector convenience y tardeo como primer momento de consumo
Entre los nuevos hábitos de consumo palpables en el mercado de bebidas espirituosas se observa el auge por las referencias preparadas, una tendencia hacia el vector convenience que estaría incidiendo directamente en el crecimiento del segmento de cócteles “Ready To Drink” (RTD). Por otro lado, hay un porcentaje elevado de consumidores, concretamente un 60%, que dicen estar más preocupados por la salud, mientras el tardeo se erige ya como el primer momento de consumo de espirituosos y continúa cayendo el ocio nocturno (un 49% de los consumidores declaran que salen menos por la noche) con una tendencia creciente a las ocasiones de consumo en la franja diurna.
En paralelo, la experiencia sigue estando muy valorada en todas las franjas de consumidores y hay una preocupación creciente por el precio. Hasta un 77% de los consumidores declaran mirar más por los precios y se decantan por referencias de precios más bajos. "Miramos más el precio por una reducción de la renta disponible", aclara Torremocha.
