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Clesa pone en manos del Tribunal Supremo el futuro de Cacaolat

El proceso de venta iniciado en Barcelona queda paralizado

Clesa pone en manos del Tribunal Supremo el futuro de Cacaolat

El enfrentamiento que mantienen los juzgados de Madrid y Barcelona por la venta de Cacaolat ha llegado al Tribunal Supremo, que ha instancias del juzgado número 6 de Madrid deberá decidir cual de los dos es competente para gestionar el proceso concursal de la compañía y abordar este proceso de venta. Hasta la fecha, ambos juzgados se han negado a inhibirse de la causa, el de Barcelona alegando la defensa de los intereses particulares de Cacaolat y exponiendo que el proceso de venta liderado por los actuales administradores de la firma y el propio juzgado se encuentra en su tramo final, y el de Madrid alegando la defensa de los intereses de los acreedores de Clesa y la necesidad de emplear los beneficios obtenidos de esta venta para enjugar la deuda de la matriz, propietaria del 95% de Cacaolat.

Este enfrentamiento se origina cuando el juzgado número 6 de Madrid, que gestiona el concurso de acreedores de Clesa, solicita el trasladado del expediente concursal de Cacaolat desde Barcelona, entendiendo que este expediente debe supeditarse a los intereses de su matriz. Posteriormente, el juzgado madrileño autoriza a los administradores de Clesa la venta del 95% de las acciones que la compañía suscribe en Cacaolat, al considerar que se trata de una inversión financiera. Estas decisiones chocan frontalmente con los intereses mostrados hasta la fecha por el juzgado barcelonés y la administración de Cacaolat, logrando la paralización del proceso de venta iniciado en Barcelona. Mientras, Vichy Catalán, Capsa y los dos fondos de inversión interesados en la compra de Cacaolat ven como el enfrentamiento entre los juzgados de Madrid y Barcelona acentúa las premuras financieras de Cacaolat y perjudica la posición de la marca en el mercado.

Actualmente, las instalaciones de Barcelona de Cacaolat sólo generan parte de la producción habitual de la firma, principalmente destinada a hostelería, y la planta de de Utebo (Zaragoza) continúa sin actividad. Mientras, la plantilla está afectada por un Expediente de Regulación de Empleo Temporal (ERTE) a la espera de una solución definitiva sobre la propiedad de la unidad industrial de la fabricante de batidos, leche y leche condensada, que es propietaria a su vez de marcas como 'Letona' o 'La Levantina', además de la propia 'Cacaolat'.

Feiraco lidera la oferta gallega para hacerse con Caldas

De forma paralela, durante estas semanas se ha estado dirimiendo el futuro de las instalaciones productivas de Clesa en Caldas de Rei (Pontevedra). Hace apenas unos días, se hacía público a través de la Asociación Galega de Cooperativas Agrarias (Agaca) el interés de una docena de cooperativas lácteas, presumiblemente lideradas por Feiraco, en comprar la fábrica de Nueva Rumasa. Estas cooperativas estarían a la espera de los resultados de un estudio de viabilidad económica sobre la planta, a la vez que estarían negociando con el Gobierno autonómico su intervención en este proyecto en forma de ayudas en la financiación de la operación. A día de hoy, todavía no se ha materializado ninguna oferta en firme.

La plantilla de la planta de Clesa en Caldas también está afectada por un Expediente de Regulación de Empleo Temporal (ERTE) que afecta al 100% de los 140 trabajadores, mientras las instalaciones mantienen un mínimo ritmo de producción, estimado en alrededor de un 15% frente al pasado ejercicio 2010 por su comité de empresa.

enrique.duran@alimarket.es



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