Según los datos de la consultora inmobiliaria Jones Lang LaSalle, el 49% de las oficinas disponibles en Barcelona, que suman un total de 470.000 m2, corresponden a edificios modernos (con menos de diez años de antigüedad). El 51% restante, unos 240.000 m2, son inmuebles que llevan construidos más de 10 años.
Más de la mitad de las oficinas nuevas disponibles están ubicadas en la periferia, sobre todo en San Cugat del Vallés y Cornellá de llobregat. Las áreas de negocio, como el 22@ o Plaza Europa, disponen de más del 44% de este tipo de inmuebles. Por el contrario, en el centro de Barcelona prácticamente no existe oferta nueva, con 37.000 m2.
Una de las principales características que mueven a una empresa a trasladarse a edificios de reciente edificación son la modernidad y la eficiencia de los inmuebles. Sin embargo, en el primer trimestre de 2009, en Barcelona solo el 34% de toda la superficie contratada fue de nuevas oficinas. Este dato responde a que el 69% de las empresas que se han trasladado ocupan menos de 300 m2 y, actualmente, hay pocos proyectos de estas características de oficinas dirigidos a la pequeña demanda.







