La constructora madrileña de origen asturiano Fiaga ha iniciado su disolución voluntaria, como señala el BOE fechado el pasado 2 de enero. La firma pone fin a más de treinta años de actividad, que tuvo su momento cumbre cuando resultó adjudicataria de las obras de construcción del conjunto de edificaciones Buenavista en Oviedo, un espectacular ágora diseñado por Santiago Calatrava en los antiguos terrenos del estadio Carlos Tartiere.
El complejo, promovido por su vinculada Jovellanos XXI, tras adjudicarse el concurso en marzo de 2002, supuso una inversión superior a los 360 M€. Inaugurado por fases a partir del año 2007, el recinto albergaría el Palacio de Exposiciones y Congresos de la ciudad, el hotel Ayre Oviedo de la cadena Fiesta Hotel Group, abierto en 2011, un centro comercial inaugurado en 2008 por Multi Development (hoy Centro Comercial Modoo tras ser adquirido en 2014 por el fondo de inversión británico Alpha Real Capital) y oficinas dependientes del Principado de Asturias.
Un complejo en los tribunales
Sin embargo, la fama adquirida con esta obra también supuso la perdición tanto de la promotora como de la constructora principal del proyecto. Primero se hundió parte del graderío en 2006 y la justicia consideró responsables a Santiago Calatrava, Fiaga y a Jovellanos XXI, que tuvieron que pagar más de 3 M€ de multa. Después hubo una serie de denuncias cruzadas entre el arquitecto valenciano y la promotora, que terminaron en una multa por un importe similar para Calatrava por defectos en la construcción y sobrecostes.
Precisamente los sobrecostes -su presupuesto inicial de unos 76 M€ se multiplicó casi por cinco- y retrasos en la obra terminaron por afectar a la viabilidad económica tanto de Jovellanos XXI como de Fiaga, incapaces de solventar deudas con sus proveedores. Además, ambas firmas tienen en curso un pleito por el pago de la liquidación de esta obra, ya que el consistorio ovetense se niega a abonarles un importe que podría rondar entre los 16 y 96 M€, como señala el diario El Comercio.
Tanto Fiaga, sin apenas actividad tras completar las obras del complejo asturiano, como Jovellanos XXI, que en 2012 inició su liquidación, fueron creadas por los empresarios José Cosmen Adelaida (fallecido en 2013), entonces presidente honorario de Transportes Alsa, y Alberto Lago García, propietario de la constructora madrileña Sánchez y Lago, que desarrolla en Asturias el grueso de su actividad.
