'Madrid Nuevo Norte', uno de los grandes desarrollos urbanísticos de la capital madrileña junto a la urbanización del área Mahou-Calderón, está cada vez más cerca de convertirse en una realidad, después de 25 años. Así, la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena; el nuevo ministro de Fomento, José Luis Ábalos, y el presidente de Distrito Castellana Norte (DCN), Antonio Béjar, junto al delegado del Área de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, presentaron el 27 de julio la propuesta final el proyecto, que iniciará su desarrollo el próximo 2019.
En este sentido, tras el acuerdo alcanzado el pasado abril con el anterior titular de Fomento y tras recibir el aval del actual ministro, el Ayuntamiento de Madrid ha puesto en marcha ya los trámites. El primer paso es la modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que será aprobada inicialmente por el ejecutivo municipal en septiembre. Después de la información pública y las alegaciones correspondientes, el pleno prevé dar su visto bueno en diciembre. De esta forma, la aprobación definitiva, que depende de la Comunidad Madrid, se producirá en el primer trimestre de 2019, si se cumplen todos los plazos.
Ámbitos de actuación y desarrollos previstos
'Madrid Nuevo Norte' dispondrá finalmente de una edificabilidad de 2.662.500 m2, muy lejos de los 3,37 Mm2 planteados inicialmente. La superficie será dividida en cinco ámbitos de actuación: uno exclusivo para la estación de Chamartín, que se convertirá en el epicentro del proyecto; otro para el centro de negocios que se promoverá alrededor, y tres correspondientes a las zonas de Fuencarral-Tres Olivos, Fuencarral-Malmea y Las Tablas. El nuevo plan propone la construcción de unas 10.510 viviendas, de las que un 20% serán protegidas (unas 2.100).
En concreto, al sur de la M-30 el uso mayoritario será terciario de oficinas (1.220.000 m2) muy vinculado a la propia estación de Chamartín manteniendo una presencia complementaria de viviendas (260.000 m2). Precisamente, el centro de negocios podría alojar, además de la sede de Adif y Renfe, a Correos o una futura Ciudad de la Justicia.
Al norte de la M-30, el uso mayoritario será residencial: 715.030 m2 en Fuencarral-Malmea-Tres Olivos (7.150 viviendas) y 75.700 m2 en la zona de las Tablas (757 viviendas). También contará con presencia localizada de actividad económica, repartida entre 251.225 m2 en Fuencarral-Malmea Tres Olivos y 140.610 m2 en la zona de Las Tablas, como extensión natural de las áreas ya existentes (Valverde, carretera industrial de Burgos) dando continuidad a la actividad económica del centro de negocios en la zona de Malmea. Por otro lado, los 1.220.000 m2 destinados a oficinas, al sur de Calle 30, se dividirán en 1.040.000 m2 edificables para el Gran Centro de Negocios y 180.000 m2 edificables dentro de la propia estación.
Por su parte, la estación de Chamartín será la mayor infraestructura ferroviaria de la capital madrileña, con una superficie de 236.324 m2, repartidos entre el edificio de la estación y cuatro fachadas urbanas, garantizándose viales de acceso para peatones y todos los medios de transporte. Dispondrá además de todos los servicios ferroviarios existentes de cercanías, media distancia y AVE, los correspondientes a las nuevas líneas de Alta Velocidad. Los trabajos se desarrollarán por fases para garantizar los servicios ferroviarios de la estación durante las obras.
