Arcadis, firma global en diseño y consultoría para activos naturales y construidos, ha publicado su informe de Costes Internacionales de la Construcción 2018, en el que realiza una clasificación del coste relativo de la construcción en 50 ciudades del mundo. El informe presenta diferentes enfoques por mercados que permiten identificar la forma en la que la variación de los costes ha afectado a estas ciudades y, además, aporta ideas sobre cómo la integración de técnicas digitales puede contribuir a una mayor certidumbre en los costes.

“La transformación digital ofrece a los clientes de la construcción de cualquier parte del mundo una gran oportunidad para ser más creativos e innovadores. Potenciar las tecnologías digitales permite la colaboración y la integración previa y posterior a los procesos de contratación, impulsando así la eficiencia y el valor”, indica Marcos Uttley, Director General de Arcadis España y Portugal. “Los proyectos de Arcadis con clientes de la construcción demuestran que aquellos que invierten en tecnologías digitales ganan una ventaja competitiva sostenible. Es muy probable que este factor se acentúe más conforme las economías crecen, concretamente en mercados en los que la demanda de servicios de construcción excede la oferta de trabajo cualificado”, añade Marcos Uttley.

Según dicho informe, San Francisco, Nueva York y Hong Kong son las tres ciudades más caras para construir. Todos ellas se enmarcan en mercados maduros caracterizados por una alta demanda, elevados niveles de desarrollo y complejidad, unidos a un creciente número de trabajos de reforma, reparación y mantenimiento. Esto da lugar a un aumento de los riesgos y productividad, incrementando así los costes. En cuanto a ciudades europeas, solo dos de ellas, Londres y Ginebra, están en el top 10 de las ciudades más caras para construir, con un crecimiento moderado en construcción acompañado de gran inversión en infraestructuras. Madrid ocupa el puesto 35 en el ranking global.

A nivel general en España, una vez superada la crisis y tocado suelo en el año 2014, la construcción lleva varios años en crecimiento. El informe apunta que únicamente las turbulencias políticas de los últimos dos años parecen crear alguna duda acerca de la sostenibilidad en la evolución positiva del sector. Este crecimiento ha sido especialmente pronunciado en el último año en las principales ciudades, las islas y algunas zonas de la costa de Andalucía, debido sobre todo a la entrada de capital extranjero. En el corto y medio plazo, se prevé que el aumento de la demanda de mano de obra y materiales vaya acompañado de un incremento de los costes.

En lo referente al mercado europeo, se prevé que la construcción crezca entre un 2 y un 2,5% al año hasta 2021, teniendo en cuenta la incertidumbre que plantea el Brexit a ambos lados del Canal de la Mancha. Aun así, la economía europea está viviendo una de sus mejores décadas, superando las expectativas de crecimiento. Esto, probablemente, impulsará el crecimiento de la construcción. La inversión en infraestructuras es uno de los principales impulsores de este sector.

Sin embargo, existen algunos riesgos que afectan al mercado de la construcción en Europa. Entre ellos cabe destacar el envejecimiento de la mano de obra que derivaría en una escasez de esta misma en países como Alemania, y las tasas de desempleo en Francia que afectarían a la demanda de la vivienda. En Reino Unido continúa la incertidumbre generada por las negociaciones del Brexit. Sin embargo, la economía británica ha experimentado un crecimiento, atrayendo a inversión extranjera, manteniendo los niveles de consumo y afectando así de forma positiva al mercado de la construcción.

Respecto al mercado de la construcción en Estados Unidos, uno de los más grandes a nivel mundial, se prevé un crecimiento de hasta 1,4 trillones de dólares en 2020. El sector residencial, junto con el de la infraestructura, serán los impulsores de este crecimiento. Sin embargo, el plan de inversión en infraestructuras de Donald Trump, orientado sobre todo al transporte, podría no alcanzar todos los objetivos previstos.

Asimismo, se prevé que la demanda de construcción en los mercados asiáticos aumente un 6% durante 2018. De esta manera, el crecimiento se ralentizaría con respecto a otros años, debido, en gran parte, a un menor apoyo económico por parte del gobierno. Aun así, el crecimiento estaría impulsado principalmente por el sector residencial y la infraestructura en Hong Kong, y por proyectos relacionados con el transporte y la transmisión de energía en Indonesia y Malasia, entre otros.

En definitiva, a medida que la economía global crece, aumenta el riesgo de que el sector de la construcción se sobrecaliente en muchas ciudades. Es necesario centrarse en la productividad y en la reducción de los costes. Para aquellos mercados que disponen de una capacidad limitada, la única forma de cumplir con esas aspiraciones es realizar las cosas de una manera diferente y, además, con los recursos disponibles. Por ello, a la vista de los resultados del estudio realizado por Arcadis, para que el sector de la construcción continúe creciendo, es cada vez más necesario invertir en innovación digital.