Tras decretar el cese de todas las actividades no esenciales el pasado 29 de marzo para combatir la pandemia del coronavirus, el Gobierno ha aprobado en el Consejo de Ministros de este martes la reanudación, a partir del próximo 10 de abril, de las actividades que venían operando durante la declaración del estado de alarma. El nuevo decreto supondrá la reactivación de la mayoría del sector de la construcción, que había quedado paralizado desde el pasado 30 de marzo hasta el 9 abril y cuya operativa se limitaba únicamente al mantenimiento de los hornos de la industria pesada, expedición de pedidos internacionales, venta on line y teletrabajo de los equipos de dirección, técnicos, administrativos y comerciales de las empresas.

Teniendo en cuenta el calendario de festivos, en la práctica la nueva disposición implicará el reinicio, a partir del 13 de abril, de los trabajos en las obras e instalaciones, fábricas de materiales y centros de distribución mayorista de productos para la construcción. En las comunidades donde el lunes de Pascua es todavía festivo, como Comunidad Valenciana, Cataluña, País Vasco, Baleares, Cantabria, Castilla-La Mancha, La Rioja y Navarra, el retorno a la actividad se producirá de hecho a partir del 14 de abril. En cambio, la distribución minorista de materiales continuará afectada por la declaración del estado de alarma del 14 de marzo, que prohíbe la apertura de todos los establecimientos comerciales considerados no esenciales.

Con la nueva medida se da por finalizado el periodo de permiso retribuido obligatorio para las empresas dictaminado en el decreto del 29 de marzo y cuya recuperación por parte de los trabajadores deberá realizarse paulatinamente antes del 31 de diciembre de 2020. En su vuelta al trabajo, “las empresas tendrán que adoptar las medidas de higiene y protección para el normal desarrollo de la actividad productiva, garantizando la salud de sus trabajadores”, según señaló el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, en su comparecencia del pasado sábado. Además, indicó que la reanudación de la actividad económica no supondrá un riesgo de aumento en el número de contagios porque los ciudadanos ya adoptan medidas de precaución que suponen una garantía para evitar futuros brotes de la pandemia.

Finalmente, el Gobierno ha decidido prorrogar el estado de alarma hasta el 26 de abril, que será previsiblemente aprobado por el Congreso el próximo jueves, y restablecer un diálogo con los partidos de la oposición e interlocutores sociales para estudiar las medidas de desescalado o recuperación de la normalidad a partir de esa fecha. Con todo, el Ejecutivo reconoce que la evolución de las futuras medidas dependerá de los datos de contagios que se vayan registrando en las próximas semanas y que la normalidad todavía tardará un tiempo en restablecerse. En este sentido, resulta muy probable que el estado de alarma se prorrogue más allá del 26 de abril, con lo que la reducción de las medidas de confinamiento será lenta y progresiva.