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El papel de la digitalización en la transformación de la construcción y la transición urbana

El papel de la digitalización en la transformación de la construcción y la transición urbana

Existe en todo el mundo un creciente interés por el cambio ecológico y socioeconómico. La Fundación Europea para el Clima revela que un 77 % de las personas con derecho a voto quiere que los partidos políticos hagan algo para luchar contra el calentamiento del planeta, y el gobierno en España ha anunciado recientemente planes para reducir las emisiones del país hasta lograr la neutralidad en carbono en 2050. El sector de la construcción tiene un papel que desempeñar a la hora de impulsar este cambio internacionalmente. Por ejemplo, España ya tiene 166 edificios que han recibido el certificado de sostenibilidad y Madrid es la ciudad que cuenta con el mayor número de edificios ecológicos.

No obstante, no basta con esto si queremos alcanzar los ambiciosos objetivos de la construcción sostenible y ética. Las empresas del sector de la construcción tienen que comprometerse a contribuir a una economía más ecológica y transformarse para ser más sostenibles. Para hacer esto de manera eficaz, será necesario que la transformación digital se convierta en la principal prioridad del sector.

Quedarse atrás ante el futuro de la construcción

La falta de digitalización lleva tiempo siendo un problema para el sector de la construcción. En 2016 un estudio concluyó que apenas el 6 % de las empresas de la construcción encuestadas hacían uso pleno de las herramientas digitales de planificación. Esta falta de digitalización explica las ineficiencias generalizadas en el sector. En lugar de alinearse en un único canal digital, los proyectos se ejecutan a menudo entre múltiples líneas de comunicación, lo que tiene un impacto en la productividad. Un estudio reciente llevado a cabo por Finalcad ha descubierto que un 51 % de las empresas de construcción encuestadas empleaban una combinación de canales de comunicación durante los procesos diarios, entre los que se incluían la comunicación en persona, por teléfono, por correo electrónico y en papel. Esta comunicación incoherente tiene un efecto en cadena que afecta a la sostenibilidad de un proyecto, pues provoca que se desperdicien recursos o que haya retrasos en la entrega. Además, estos dos problemas pueden tener un impacto perjudicial en el medioambiente. Sin embargo, una apuesta en favor de una construcción sostenible y el auge de las ‘ciudades inteligentes’ está impulsando el cambio.

Las ciudades inteligentes recopilan datos de los sensores IoT en diversas infraestructuras y utilizan esa información para optimizar los servicios, desde la distribución de la energía, la recogida de basura hasta la gestión del transporte público. Si tenemos en cuenta que en España ya hay varias ciudades inteligentes, entre las que se incluyen Santander, Madrid y Málaga, queda claro que la actual falta de digitalización es un problema que hay que resolver. Las ciudades inteligentes demandan un nuevo modo de construir. Las empresas de construcción deben ser capaces de registrar la ‘huella’ digital de cada proyecto, generando un rastro digital de materiales, entregas, emisiones, etc. Esto permite que se lleve a cabo el mantenimiento y la gestión continua de un proyecto de ciudad inteligente incluso una vez que se ha entregado. Las empresas pueden realizar mejoras a largo plazo en un proyecto si tienen acceso a los registros digitales, a la información sobre los promotores y mucho más.

Cuando se trabaja en un edificio inteligente, las empresas de construcción deben trabajar también de forma conjunta con las partes interesadas y los socios, como pueden ser empresas tecnológicas y especializadas en datos. Esto requiere un nivel de recogida e intercambio de datos que va más allá de los canales manuales o basados en el papel. En lugar de eso, las empresas de construcción necesitan un modo impulsado por la digitalización que les permita recopilar e intercambiar información de manera interna y con terceras partes. De acuerdo con un análisis de la iniciativa Build Up Skills8 (BUS), la transformación digital será esencial para poder ofrecer edificios y procesos de construcción más eficientes.

La digitalización y la sostenibilidad van de la mano

Al aprovechar las herramientas digitales que permiten la comunicación y colaboración continuas, las empresas de construcción serán capaces de impulsar la productividad y eficiencia, lo que les ayudará a conseguir que los proyectos sean más sostenibles. Por ejemplo, si utilizamos la desmaterialización de los flujos de información, que es pasar todo lo que estaba en papel a un formato digital, podemos reducir de forma considerable la cantidad de residuos que se generan al día y los retrasos en los proyectos de construcción. Esto incluye desde permisos de edificación a información sobre la trazabilidad de los materiales y el control de calidad de las obras. Este enfoque también ayuda a optimizar la comunicación y el intercambio de información, lo que facilita que los proyectos se construyan más rápido a la vez que se reduce el impacto ambiental.

La digitalización también resulta crucial para que el sector de la construcción desempeñe un papel en la economía circular. Poder determinar cuáles son los materiales que un proyecto necesita y cuáles sobran es fundamental para reducir el consumo, puesto que permite la reutilización de materiales y el reciclado de residuos. Un ejemplo serían los pasaportes de materiales desarrollados por Edificios como Bancos de Materiales (BAMB), que permiten que se introduzcan y registren los recursos de manera digital para su reutilización y reciclaje en el futuro cuando ya no sean necesarios o cuando se proceda al desmantelamiento del edificio. Será clave para el éxito de la economía circular contar con una comunicación y una colaboración eficaces dentro de la empresa de construcción y con las terceras partes, como las empresas encargadas de la gestión de residuos y reciclado. La economía circular también es un punto destacado del plan de recuperación post-COVID-19 de la UE, que estima que se crearán hasta 700.000 nuevos puestos de trabajo y nuevos tipo de funciones.

El camino a seguir

El mundo está cambiando rápidamente y la demanda de construcción sostenible crece a medida que aumenta la población. Las Naciones Unidas han previsto que dos tercios de los habitantes del mundo vivirán en ciudades en el año 2050 y que el número de las megaciudades, aquellas con una población superior a diez millones, en todo el mundo pasará a ser de 43 cuando apenas eran 10 en 1990. Este cambio conllevará una demanda de métodos más ecológicos tanto para construir como para vivir y serán las empresas de construcción las responsables de proporcionarlos. Para hacer esto, se necesita un mayor nivel de digitalización si se quiere mejorar la comunicación, reducir los residuos generados y fomentar la sostenibilidad en las obras. Queda claro que será esencial ser una empresa digital e impulsada por datos y, por lo tanto, las empresas de construcción tendrán que prepararse ahora para hacer frente al futuro o se arriesgarán a perder oportunidades de negocio que irán a parar a las manos de otras empresas más avanzadas digitalmente y más respetuosas con el medioambiente.

Franck Le Tendre, CEO de Finalcad



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