Aunque, a priori, pueda parecer una cuestión menor, tomar las decisiones correctas en relación al aislamiento de una vivienda o un edificio comercial impacta sobremanera en el medio ambiente. Sin ir más lejos, la Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos (EPA), apunta que un aislamiento adecuado puede reducir los costes de calefacción y refrigeración en más de un 15%, lo que se traduce en una reducción sustancial de las emisiones de gases de efecto invernadero.
De esta manera, los profesionales de la construcción tienen la oportunidad de ir un paso más allá, eligiendo materiales aislantes producidos de forma responsable y procesos de aplicación que favorezcan la reducción de las emisiones de este tipo de gases.
Ahora, escoger productos respetuosos con el medio ambiente es más fácil que nunca para el sector de la construcción, gracias a la constante introducción de materiales con bajo potencial de calentamiento global (PCA). Esto incluye la invención de hidrofluoroolefinas (HFO), desarrolladas para sustituir a los hidrofluorocarbonos (HFC) de alto potencial de calentamiento global, como el HFC-245fa y el HFC-134a, que se utilizan habitualmente como agentes espumantes.
En todo el mundo, las normativas están impulsando la necesidad de adoptar agentes espumantes de bajo potencial de calentamiento global que apoyen la creación de aislamientos energéticamente eficientes.
Por ejemplo, en la Unión Europea, el Green Deal ha desencadenado una ola de renovaciones de infraestructuras, obligando a los constructores a realizar mejoras que aumenten la eficiencia energética, impulsen la economía y hagan avanzar a la Unión Europea hacia la neutralidad de carbono para 2050. En relación a España, el Gobierno ha decido destinar más de 6.800 M€ integrados en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), a la rehabilitación de edificios residenciales, viviendas y barrios. Según el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, se prevé alcanzar las 510.000 renovaciones para el segundo trimestre del 2026, multiplicando por diez las rehabilitaciones realizadas en 2019.
Para ello, los agentes espumantes HFO de bajo potencial de calentamiento global de la gama Solstice® de Honeywell ayudan a los fabricantes de aislantes a cumplir la normativa y a aumentar la eficiencia energética de los edificios.
Cómo se crea el aislamiento
El agente de soplado de gas Solstice (GBA) de Honeywell, que se utiliza para fabricar paneles de aislamiento de poliestireno extruido (XPS),y el agente de soplado líquido Solstice (LBA), que se utiliza paraaplicar aislamiento de espuma de poliuretano en aerosol, están ayudando de manera directaa alcanzar los objetivos de sostenibilidad en las industrias de fabricación de materiales para el aislamiento, la construcción y de mejoras para el hogar.
Para fabricar placas aislantes de poliestireno extruido (XPS), se introducen perlas o gránulos de resina de poliestireno en una extrusora, donde se calientan a muy alta temperatura hasta que se funden. A esta mezcla se añaden otros materiales, incluido un agente de soplado de gas para permitir que el producto se expanda tras el proceso de extrusión. A continuación, se pasa la mezcla de plástico por una matriz y se deja enfriar para que se expanda y se convierta en el producto final: una plancha de espuma que puede recortarse según las dimensiones requeridas del producto.
El aislamiento de espuma de poliuretano de célula cerrada se aplica por pulverización, para crear una barrera térmica. Se pulveriza y se expande en forma de espuma, adhiriéndose a la superficie donde se aplica. Para fabricar espuma de poliuretano pulverizada de célula cerrada se añade un agente espumante líquido a la mezcla para formar las células o burbujas de la espuma pulverizada, expandiéndola y confiriéndole sus propiedades. El gas del agente espumante queda atrapado dentro de millones de células de espuma cerradas, lo que proporciona gran parte del valor aislante de la espuma en spray.
Los materiales tienen un impacto significativo en la huella de carbono de la construcción
Existen enormes oportunidades para mejorar el impacto medioambiental de viviendas y edificios, ya que los nuevos requisitos normativos afectan a casi todas las facetas del sector de la construcción. Tanto las planchas de XPS como el aislamiento de espuma de poliuretano en spray son fáciles de trabajar y extremadamente eficaces, con niveles de resistencia térmica que llegan a duplicar los de otros materiales aislantes del mismo grosor. Las decisiones que se toman durante los proyectos de construcción y renovación pueden tener enormes implicaciones a lo largo del ciclo de vida de un edificio y, sin duda, los materiales aislantes innovadores a base de HFO pueden contribuir en gran medida a mejorar la eficiencia energética global y a reducir la huella de carbono de la construcción.
Pat Clifford es General Manager de Honeywell Foam and Industrial Products
