El uso de la madera en arquitectura tiene cada vez más adeptos. En los últimos años han surgido todo tipo de tendencias en construcción con la idea parecer más sostenibles, pero existe un paso más allá que nos dar la clave de cómo podrían ser las viviendas del futuro. La falta de mano de obra especializada y la inestabilidad de los precios, tanto en los costes de materiales como en los consumos (producidos por los acontecimientos políticos e históricos recientes) han impulsado un sector que llevaba muchos años ya inventado y que por falta de interés no se había promovido antes. Esto, unido al preocupante y acelerado cambio climático, conlleva a que la sostenibilidad deje de ser una palabra trivial y se tome conciencia de su importancia y de la responsabilidad que tenemos. En este sentido, el sector de la construcción también ha de ser consciente del gran impacto que supone en la salud y vida de las personas. Por ello, el reto de cualquier arquitecto está en diseñar cada espacio teniendo en cuenta la habitabilidad, funcionalidad, economía, el uso y el mantenimiento de lo que se proyecta. La base de una buena industrialización parte de un buen diseño donde el arquitecto es la pieza imprescindible como prescriptor, es el “médico de la construcción”.

Por eso, este principal reto del que hablo en pro de la salud del planeta y de las personas ya no es una opción, sino una obligación. Y el uso de la madera en el diseño arquitectónico, completa el círculo apostando por el material necesario para una construcción sostenible. ¿Por qué invertimos en un coche y no en una vivienda, cuando es nuestra mayor inversión en la vida? Nos preocupamos por cambiar de coche para que sea más ecológico y somos capaces de pagar cifras desorbitadas en vehículos que con el tiempo pierden valor, pero cuando se trata de nuestro hogar, más allá del diseño y las reformas que solo implican un lavado de cara, pasamos de puntillas por aspectos tan importantes como la eficiencia energética y los materiales. Invertir en una vivienda, genera un valor inmediato.

La construcción industrializada de madera, en comparación con la construcción tradicional, ofrece una serie de ventajas significativas. Debemos de dejar de ver este material como algo “blando” incapaz de soportar huracanes o ser derribado al segundo soplo del lobo del cuento de Los tres cerditos. La madera en este aspecto es mucho más que eso y me atrevería a decir que podría llegar a ser el material estrella en las próximas construcciones de altura. Los aspectos fundamentales de este tipo de construcción son: el uso de componentes prefabricados y estandarizados, el control de los procesos y una gestión controlada del montaje, que permiten acelerar el proceso de construcción que, con un control de costes y una reducción del tiempo de ejecución, la rentabilidad es mayor.

Hablar de construcción industrializada en madera es apostar por la sostenibilidad. Parece el objetivo de moda en cualquier industria, pero llevar la sostenibilidad a todos los procesos de la construcción no es tarea sencilla. La madera es un material renovable y sostenible, siempre que provenga de fuentes gestionadas de manera responsable y utilizarla en la construcción ayuda a reducir la dependencia de los materiales basados en combustibles fósiles contribuyendo a la mitigación del cambio climático, además de aprovechar los pros en términos de Eficiencia energética pues la madera tiene propiedades aislantes naturales que reducen considerablemente los consumos, tanto en el proceso constructivo como en la vida útil del edificio.

Y, por último, la flexibilidad y versatilidad. La madera es un material muy versátil que permite una amplia gama de diseños y configuraciones arquitectónicas adecuada para una amplia variedad de proyectos. La importancia de partir del estudio pormenorizado del proyecto antes de su fabricación es lo que genera el valor a la industrialización.

¿Quieres contribuir a la reducción de la huella de carbono? ¿Quieres mejorar tu salud y economía? Apostar por ello, es invertir en ti y crear valor en la mayor inversión de tu vida.